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Mascotas

Descubren el misterio de por qué el perro labrador siempre tiene hambre

Una mala alimentación no siempre es el motivo por el que estos perros tienen tendencia a engordar

Cachorros de labrador
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Los propietario de perros de la raza labrador saben que son insaciables. Su apetito parece no tener fin y, de hecho, la obesidad es uno de los grandes problemas de este tipo de canes.

Al igual que en los humanos, el sobrepeso en los perros tiene consecuencias graves para su salud. Así, muchos perros con algunos kilos de más presentan problemas óseos o articulares, cardiovasculares, respiratorios, diabetes y trastornos digestivos.

Controlar la dieta y hacer ejercicio son los consejos de los veterinarios para evitar la obesidad en los labradores. Sin embargo, una mala alimentación no es siempre el motivo de que estos perros tengan tendencia a engordar.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge han descubierto que al menos un 25% de los labradores presentan una mutación genética que los predispone a ser obesos.

Según la investigación liderada por la veterinaria y genetista Eleanor Raffan y publicado en la revista Science Avances, los perros con la mutación del gen llamado proopiomelanocortina ( POMC ) sienten más hambre entre las comidas y queman menos energía que otros labradores.

En el experimento se reclutaron labradores adultos sin sobrepeso de Reino Unido y se les hizo un análisis pare reconocer cuántos tenían la mutación genética.

Para comprobar y medir su deseo de comer, tres horas después de ser alimentados de manera habitual, se mostró a los perros una salchicha, que posteriormente se introdujo en una caja de plástico sellada y perforada. Los perros con la mutación pasaron significativamente más tiempo interactuando con la caja y demostraron tener más hambre que sus homólogos sin el defecto genético.

En las conclusiones del estudio se asegura que es probable que este mayor deseo de comer explique por qué los labradores buscan alimentos en el entorno doméstico aunque hayan recibido su ración diaria.

Para saber cómo los perros queman energía y valorar su efecto sobre la obesidad, los investigadores calcularon cuánta energía quemaban durante el reposo. Para ello midieron los gases metabólicos que producían mientras descansaban y descubrieron que los perros con la mutación POMC usaban menos energía que el resto de los perros del ensayo. Estos significa, según el estudio, que el gasto de energía en reposo es aproximadamente un 25% menor para los perros de peso adulto. Esta cifra es lo suficientemente elevada como para disminuir significativamente la cantidad de alimento que se necesita para mantener un peso corporal saludable.

Según la veterinaria Raffan estos experimentos demuestran cómo esta mutación hace que los labradores quieran más comida sin que realmente la necesiten para sentirse llenos. Además, esta condición les hace quemar los alimentos más lentamente. "Reciben una especie de doble golpe al comer más y quemar menos calorías, lo que significa que están predispuestos a la obesidad en ambas direcciones", asegura.

Ante estos resultados, los científicos recomiendan una alimentación sana, controlar las cantidades de alimentos que se proporciona a este tipo de perros, hacer ejercicio y mantenerlos ocupados y distraídos para que no piensen en la comida. Además, precisa que los dueños no deben "sucumbir" al comportamiento de mendicidad de los animales.