Industria

El Gobierno presentó en Europa normas que pueden perjudicar a la industria española del automóvil

La posición española en Bruselas ante Medio Ambiente no fue previamente consensuada con los fabricantes

Fábrica de coches
Fábrica de cochesAUDINewspress

Los fabricantes e importadores de automóviles establecidos en España han realizado un comunicado en el que lamentan que la postura defendida por el Gobierno en el Consejo del Medio Ambiente de la UE establece normas que afectan al sector de automoción y que son críticas tanto para el futuro de las empresas como para el devenir de esta industria y del empleo que genera.

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Fuentes empresariales han confirmado a La Razón que la posición española no ha sido previamente consultada con la opinión de los fabricantes. Por ello, los empresarios consideran que, “ante estos debates europeos en marcha, la cooperación y la comunicación con el sector son la vía más útil para defender la posición de España y su industria en la Unión Europea”.

Por ello, Anfac, la asociación empresarial de fabricantes e importadores de automóviles, defiende la necesidad de trabajar de modo conjunto como país para garantizar que la descarbonización se consiga. Y solicitan que, en futuras ocasiones, puedan tener la ocasión de aportar su posición como sector antes de que se presente formalmente el documento a las instituciones europeas.

Respecto de las medidas planteadas como punto de partida en la declaración española, Anfac considera “que deben ser más ambiciosas si se desea ofrecer las soluciones duraderas que la UE necesita para armonizar sus objetivos de descarbonización, resiliencia y competitividad”. Con una cuota de mercado actual de turismos eléctricos puros inferior al 16% en el conjunto de la UE (8,4% en España) y de menos del 9% en comerciales ligeros (5,6% en España) los objetivos de reducción de CO2 para 2030 y 2035 para vehículos ligeros no son alcanzables. “Se necesita un enfoque pragmático, flexible y tecnológicamente neutral para acelerar la transformación y proteger las inversiones y empleos en la Unión Europea”, opinan los empresarios.

El documento presentado por nuestro país reconoce que el sector del automóvil se enfrenta a un crecimiento más lento de lo esperado en las ventas de vehículos eléctricos y reconoce la necesidad de flexibilizar las normas. Sin embargo, se abstiene de aplicar la neutralidad tecnológica total más allá de 2035. Anfac defiende la necesidad de una cadena de valor de la automoción competitiva y sostenible en España y Europa. Y señala que la sugerencia de vincular estrictamente la flexibilidad a los esfuerzos de producción en Europa debe tener también en cuenta la complejidad de las cadenas de suministro, el tiempo necesario para aumentar la fabricación de baterías en la UE y la propia necesidad de ofrecer ya vehículos asequibles a los ciudadanos europeos.

En lo que respecta a los vehículos comerciales, los fabricantes indican que es necesario modificar el objetivo para 2030 a fin de evitar costes desproporcionados por incumplimiento, lo que socavaría aún más la capacidad de los fabricantes para reinvertir en la transformación. Es preciso adoptar un enfoque regulatorio adaptado a la realidad de las furgonetas, ya que funcionan en condiciones diferentes a las de los turismos.

Los fabricantes de automóviles afirman que, para conseguir los objetivos fijados, aunque sea en un plazo superior a 2035, son necesarias tres líneas de actuación. La primera sería la de establecer objetivos de infraestructura más ambiciosos, realizar inversiones en la red eléctrica y ofrecer incentivos sostenidos a la demanda. La segunda, tener en cuenta que la política de emisiones no puede ser ajena a la competitividad de nuestra industria, ni a la prioridad de mantener nuestro empleo y actividad en Europa. Y la tercera, establecer el principio de neutralidad tecnológica para permitir que todas las tecnologías de propulsión puedan desempeñar un papel viable para reducir las emisiones en las carreteras.

Se apunta por otra parte que, aunque los fabricantes de automóviles han realizado grandes inversiones para cumplir con el objetivo de neutralidad climática para 2050 y la descarbonización de la movilidad, la realidad sobre el terreno está resultando mucho más compleja y la demanda de los consumidores no pueden seguir el ritmo marcado por el objetivo de cero emisiones en el tubo de escape, a pesar de que la gama de vehículos electrificados disponibles y más asequibles no deja de crecer.