DGT

¿Existe la posibilidad de evitar pagar una multa de tráfico?

Las normas de Seguridad Vial componen un código de la DGT en el que se establece que los conductores deben cumplirlas para garantizar el buen uso de las vías, así como la seguridad de los ciudadanos

Imagen de archivo de un radar. En España, es una de las principales fuentes de financiación de la DGT
Imagen de archivo de un radar. En España, es una de las principales fuentes de financiación de la DGTDreamstime

Las normas de Seguridad Vial componen un código de la DGT en el que se establece que los conductores deben cumplirlas para garantizar el buen uso de las vías, así como la seguridad de los ciudadanos que utilizan las diferentes carreteras o autopistas españolas. Y es que, cada año, muchos usuarios las incumples. Por ejemplo, exceder el límite de velocidad, por ejemplo, es una de las multas más comunes. Son muchos los conductores que alguna vez en la vida no han respetado los límites de velocidad y han conducido a una velocidad más alta de la permitida, aunque otros ejemplos en los que han incumplido las diferentes normas es hacer uso del teléfono móvil mientras conducen, no llevar el cinturón puesto o adelantar en zonas prohibidas, entre otras.

Los radares de velocidad, por ejemplo, son un objeto utilizado por el organismo y que desde su implementación en la década de los 70 en España ha servido para garantizar el cumplimiento de las normas. Las infracciones de tráfico tienen como consecuencia una sanción económica que, en función de la gravedad, viene acompañada por la pérdida de puntos en el carnet. En el caso de las multas por exceso de velocidad, se consideran muy graves cuando se sobrepasa en más del 50% el límite de velocidad, y menor a ese porcentaje, puede ser grave o leve.

¿Las multas de tráfico pueden prescribir?

Prácticamente en todos los casos, las personas multadas tienen que abonar la cantidad impuesta por la infracción cometida. La Administración tiene tres meses de plazo para comunicar a la persona a la que se le ha puesto una multa las sanciones leves y hasta un año para las muy graves.

El plazo comienza a contar a partir del mismo día en el que se comete la infracción de tráfico. No obstante, este periodo se puede ver interrumpido, como máximo, durante un mes, mientras que la Administración intenta averiguar la identidad o domicilio del infractor. Y así, las multas, como cualquier otro delito o falta, pueden prescribir sin que se haya efectuado el cobro si pasa un periodo de tiempo determinado desde que se comente la infracción.

Por otro lado, las multas pueden quedar anuladas en caso de que el organismo haya comprobado algún error. Las multas recogen nuestros datos y, por ello, se debe comprobar que están correctos. Por ejemplo, la matrícula de nuestro vehículo, el color o la marca o el momento y lugar exactos de la infracción. Además, en el caso de que el radar refleje que el conductor ha cometido una infracción, deben enviarte dos tomas o fotografías en el que se vea que incumples la infracción. Cualquier error en estos datos nos puede permitir evitar pagarlas, aunque a día de hoy, los sistemas están tan avanzados que es casi imposible que exista algún fallo.