Motor
Telemática, una tecnología en alza para gestionar las flotas de las empresas
El análisis de uso y mantenimiento de los vehículos es fundamental para garantizar un alto precio de recompra
El valor residual de los vehículos se ha convertido en un factor estratégico en la gestión moderna de flotas. Ya no se trata solo de calcular el coste total de propiedad (TCO), sino de entender cómo cada kilómetro, mantenimiento y el hábito de conducción influye en el capital que una empresa puede recuperar al final del ciclo de uso.
La depreciación, que puede representar más del 40 % del TCO, sigue siendo uno de los mayores desafíos para los gestores de flotas. En este contexto, la telemática ha dejado de ser una herramienta de control para convertirse en un verdadero instrumento de preservación del valor.
La digitalización de las flotas permite acceder a un volumen de información que antes desconocíamos. Cada trayecto o recarga genera datos que, correctamente analizados, se transforman en decisiones estratégicas. Para ello, hay plataformas avanzadas que integran y procesan esta información para ayudar a las empresas a llevar al máximo el valor de sus activos desde el primer kilómetro hasta la reventa o devolución del vehículo.
El principio es claro: un vehículo monitorizado es un vehículo mejor gestionado. El seguimiento constante de mantenimiento, kilometraje o estilo de conducción evita averías, optimiza el uso y genera un historial verificable que incrementa su valor en el mercado de segunda mano.
En Europa, la adopción de estas tecnologías se va introduciendo con fuerza en el mercado. Por ejemplo, una de las más avanzadas es la de Targa Telematics, que conecta actualmente más de cuatro millones de activos en todo el mundo, un reflejo de cómo la conectividad se consolida como herramienta clave para la eficiencia y la gestión del valor residual.
Esta tecnología telemática actúa sobre todos los factores que determinan el valor residual. El monitor de mantenimiento detecta anomalías y permite planificar revisiones preventivas, mientras que el control de kilometraje evita penalizaciones contractuales. Por otra parte, la evaluación del estilo de conducción fomenta hábitos seguros y eficientes que reducen el desgaste y los accidentes.
A ello se suman los sistemas de seguridad inteligentes, que anticipan patrones de robo mediante inteligencia artificial, y los informes de remarketing, que consolidan indicadores como uso, mantenimiento y siniestralidad, creando un perfil fiable de cada vehículo. Cada decisión, respaldada por datos, contribuye a preservar el valor económico y la transparencia frente a compradores y arrendadores.
También para los eléctricos
La electrificación de las flotas añade un reto adicional. La ausencia de estándares claros y la evolución tecnológica hacen que la valoración del vehículo eléctrico sea compleja. La batería, responsable de gran parte del precio de reventa, exige especial atención. En este apartado, la telemática permite monitorizar su estado real —ciclos de carga, degradación y hábitos de uso—, generando un “libro digital” de mantenimiento que refleja su evolución. Una batería correctamente gestionada puede incrementar hasta un 20 % el valor de reventa. Las soluciones de este tipo aportan así trazabilidad y transparencia a un mercado que busca referencias sólidas.
Con estos programas, la gestión del valor residual ya no empieza cuando el vehículo se deprecia, sino desde su primer día de uso. La telemática convierte los datos en conocimiento y el conocimiento en decisiones que protegen la inversión. Con presencia consolidada en Europa y más de dos décadas de experiencia en soluciones, Targa Telematics ha situado la gestión inteligente del valor residual en el centro de su propuesta tecnológica. Sus plataformas transforman el uso diario de los vehículos en una estrategia activa de conservación del capital, combinando eficiencia, sostenibilidad y rentabilidad. Por todo ello, en un mercado cada vez más competitivo, donde el rendimiento y la previsión son tan importantes como el motor que impulsa cada vehículo, la telemática se ha convertido en el nuevo acelerador del valor.