
Crisis en el PPCV
Horas decisivas para el PP: el partido se moviliza para dar una solución a la situación de Mazón
El presidente de la Diputación de Valencia, Vicente Mompó, aglutina los apoyos

¿Qué ha ocurrido para que en menos de una semana se haya pasado de hablar de que el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, debería decidir si sigue como candidato a que se estén activando los mecanismos por si decide dimitir?
Dos han sido las situaciones que han llevado a esta situación: la primera, el hecho de que el día de la dana Mazón todavía diese un paseo más antes de ir al Cecopi tras su almuerzo con la periodista Maribel Vilaplana. El recorrido, que retrasaría en poco más de cinco minutos su llegada al Palau de la Generalitat, volvió a provocar la indignación de las víctimas, pues se demostraba que el jefe del Consell todavía no había dicho toda la verdad.
Después llegó el funeral del Estado en el que Mazón fue el que acaparó la ira de las familias. La imagen ha calado más que cualquiera de las manifestaciones celebradas los últimos doce meses.
En este contexto, no solo la dirección nacional del partido ha dado señales de que la situación no debe continuar, sino que los propios presidentes provinciales se han puesto a la faena.
Este viernes, el presidente de Alicante, Toni Pérez; el de Valencia, Vicente Mompó, y la de Castellón, Marta Barrachina, junto al secretario general del PPCV, Juanfran Pérez Llorca, mantuvieron una reunión para acordar una posición común. El objetivo es poder trasladar un único pronunciamiento a Génova. "El PPCV tiene que participar de este proceso", afirman a LA RAZÓN fuentes conocedoras del contenido de este encuentro. "El sentimiento común es que hay que tomar una decisión ya y no va a ser más tarde de esta semana", explican otras personas consultadas.
Insisten además en que el partido está trabajando muy bien. En 2023 el PP volvió a recuperar muchas alcaldías perdidas tras ocho años de gobiernos de coaliciones de izquierdas y también tiene las tres diputaciones, "la marca no puede dejarse llevar por el desgaste de la situación de Mazón".
Y parece ser, que el recado ha llegado nítido a Génova.
En la vía orgánica no hay desacuerdo. Consideran que Vicente Mompó podría asumir el relevo de la presidencia del partido. Otra cuestión es cómo y cuándo se dan estos pasos.
Es Mazón el que debe decidir si hay llegado a su límite y, al parecer, el jefe del Consell está muy tocado pero que su voluntad es resistir e incluso presentar su nuevo Consell esta próxima semana tal y como estaba previsto. Su dimisión, una cuestión que depende exclusivamente de él, podría perjudicarle en términos judiciales.
Cualquier jurista consultado coincide en que el presidente ha de mantener el aforamiento. El viernes mismo, el presidente de la Audiencia de Valencia, José Manuel Ortega, que es además quien resuelve los recursos en la instrucción de la dana, explicaba que el aforamiento requiere de indicios más solidos para quebrar la presunción de inocencia. Y ello, en una causa donde las responsabilidades políticas no están definidas y donde los reglamentos relativos a las emergencias no ponen al presidente de la Generalitat al frente de las mismas, puede ser muy importante. El hecho de que Mazón llegara tarde al Cecopi puede suponerle su muerte política, pero no así la judicial.
En cualquier caso, si Mazón pierde el aforamiento, la jueza instructora no tardará ni un minuto en citarle a declarar y, quién sabe, quizá imputarlo. Por lo que la decisión que tome Mazón no tendrá solamente condicionantes políticos.
La posición de los tres presidentes provinciales chocaría con los planes iniciales de Génova, quien siempre ha visto muy claro que la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, es la persona que podría sustituir a Mazón al frente de la Generalitat. Además, como es diputada podría asumir la Presidencia.
Pero todavía hay más variables. Mazón podría dimitir como presidente, pero seguir como diputado, y ahí entra en juego el secretario general del PPCV, Juanfran Pérez Llorca, que es el que además por su cargo negocia directamente con Génova. En ambos casos, tanto en la hipótesis de que fuera Catalá la sustituta de Mazón como Pérez Llorca, es necesario el apoyo de Vox, pues son necesarios sus votos para investir a un nuevo presidente.
Por otra parte, a nadie se le escapa que mientras esté Mazón al frente de la Generalitat, todas las críticas sobre la gestión de la dana recaen en él, pero éstas pasarán directamente al partido en general, si Mazón se borra de la escena pública. Y un relevo en estas condiciones para poco más de un año no es caramelo del gusto de todos, además de que dejaría al candidato o candidata desgastado para la carrera electoral. De hecho, desde la izquierda, también se trató de salpicar a María José Catalá tras el funeral de Estado, "por preferir estar al lado de Mazón que de las víctimas".
Fuentes del entorno de Mazón insisten en que el presidente tiene prevista una comparecencia el día 5 de noviembre. La anunció él mismo hace más de un mes. En ella tendrá que anunciar su nuevo Consell, pues el día anterior será el último del vicepresidente segundo para la Reconstrucción, Francisco José Gan Pampols.
La última opción que le quedaría a Mazón es disolver las Corts y convocar elecciones.
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