
Restricciones de movilidad
Todo sobre las restricciones de los coches con etiqueta B en las ciudades de España
Con apenas un tercio de las ciudades cumpliendo con la normativa, la falta de criterios homogéneos han provocado confusión entre los conductores

Desde la entrada en vigor de la obligatoriedad de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en 2023, la implementación de estas áreas restringidas ha sido una tarea compleja y, en muchos casos, deficiente. Con el propósito de reducir la contaminación en municipios con más de 50.000 habitantes, la normativa establecida en la Ley 7/2021 de cambio climático y transición energética pretendía ser un paso firme hacia la movilidad sostenible.
Sin embargo, solo 51 de las 151 ciudades que deberían haber aplicado estas medidas han activado algún tipo de restricción, lo que deja en evidencia una aplicación irregular de la normativa.
Un mapa de restricciones fragmentado
Uno de los principales problemas que enfrenta la implementación de las ZBE es la falta de un protocolo uniforme. En lugar de contar con una directriz a nivel estatal, cada municipio ha definido sus propias medidas y plazos, generando disparidades en la aplicación de la normativa.
Según el Ministerio para la Transición Energética y el Reto Demográfico, 17 ciudades ya han puesto en funcionamiento una ZBE. Entre ellas destacan Madrid, Barcelona, Sevilla, Zaragoza y Pamplona, además de varios municipios del área metropolitana de Barcelona y Madrid. Sin embargo, 95 ciudades aún están en trámites de aprobación.
Aún más preocupante es que 18 municipios todavía no han iniciado el proceso para establecer sus ZBE, entre los cuales se encuentran Ferrol, Motril, Barakaldo y Valdemoro.
La incertidumbre de los vehículos con etiqueta B
Uno de los sectores más afectados por esta falta de uniformidad es el de los propietarios de vehículos con etiqueta B de la Dirección General de Tráfico (DGT). Esta clasificación incluye coches degasolina matriculados entre 2001 y 2005 y diésel entre 2006 y 2014, que representan una gran parte del parque automovilístico en España.
A día de hoy, no existe una norma clara sobre si estos vehículos podrán circular libremente en todas las grandes ciudades o si enfrentarán restricciones más severas en el futuro. Mientras que en ciudades como Madrid o Barcelona los vehículos con etiqueta B ya tienen limitaciones de acceso a ciertas zonas, en otras ciudades no.
El desafío de cumplir con la normativa
La aplicación de las ZBE es un reto clave para mejorar la calidad del aire en las ciudades y reducir los niveles de contaminación. Sin embargo, la falta de cumplimiento por parte de muchas localidades no solo pone en riesgo la eficacia de la medida, sino que también crea confusión entre la ciudadanía.
El retraso en la implementación de estas zonas impide evaluar el impacto real de la normativa en la reducción de emisiones contaminantes. Además, la desigualdad en la aplicación de las restricciones puede hacer que los conductores no vean incentivos para optar por alternativas más sostenibles, como el uso del transporte público o la compra de vehículos eléctricos.
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