Opinión
Angulita
Nada más baboso y resbaladizo que una angula recién pescada. Un cristal flexible y transparente que se escapa de las manos del más experto angulero. Se discute en foros naturalistas internacionales. Y según los científicos finlandeses, hay un bicho aún más baboso y resbaladizo que una angula recién capturada. Puigdemont. Pero no tiene tanto mérito. Europa es, además de un concepto y un proyecto en vías de resolución, un continente garantista con los delincuentes. Europa no persigue. Actúa si el perseguido da la cara, pero prefiere mirar hacia otro lado. Puigdemont huyó de España gracias a un plan establecido con muchas semanas de antelación. Huyó por no entrar en la cárcel. El alquiler de la casa en Waterloo fue un error. Un error estético y estratégico. La Fiscalía belga ya ha dado órdenes a la Policía de detenerlo. Alguien pagará el alquiler pero la casa no hospedará al cagueta. Y ha salido por los pelos – y no hay ironía–, de Finlandia, donde impartió una interesante conferencia. Pilar Rahola, lo ha escrito. «El putu amo». Rahola admira a Puigdemont. Resulta curiosa la admiración que sienten por Puigdemont decenas de miles de catalanes cuando ha sido el admirado el fundamental causante del destrozo de Cataluña. «Putu amo». De haber cambiado la o por la u en las dos voces, la admiración de Rahola hubiera tenido acento asturiano o del occidente montañés. «Putu amu». Es lo que se le ha ocurrido.
La angulita no está en Finlandia, no está en su chalé de Waterloo, no está en Suiza y no está en Francia, que es nación hostil con los golpistas. He leído por ahí una brillante idea que puede llevar a la práctica la angulita del lazo amarillo. Burlar a la Guardia Civil y la Policía española, entrar en España en el maletero de un coche y pedir como Assange, asilo político en un consulado. En Barcelona no hay embajadas, pero sí consulados que cuentan con el mismo privilegio de inviolabilidad. La angulita podría estar pensando en refugiarse en el consulado barcelonés de cualquier Estado autoritario, o como poco, raro. Venezuela. Pero es operación de riesgo. Si España, aunque sólo sea por un día, rompe la relación diplomática con Venezuela, tiene 24 horas para entrar en el consulado y detener a la angulita resbaladiza y babosa. Lo hicieron los americanos con Noriega, el Viruelas, y les salió muy bien. Pero mucho dudo que el «putu amo» de Pilar Rahola –que a pesar de su edad sigue creciendo en horizontal–, burle a las Fuerzas de Seguridad del Estado, y ese riesgo no lo asume un cobarde de la calaña de la angulita.
Días atrás, pensaba en la cantidad de golpistas que se van a ir de rositas. Empezando por los Pujol, siguiendo por Mas, continuando con Pilar Rahola y sin olvidar a la alcaldesa de Barcelona Ada Colau y al importado Pisarello, sin dejar en el tintero al mayor de los Mozos, Trapero, y a sus incondicionales que colaboraron con la asonada. Es lógico que la Justicia marque una raya para no meter en chirona a todos los que han colaborado con el golpe de Estado, o se han forrado con el golpe de Estado y en la actualidad resten callados en espera de novedades. Pero Pujol, Mas, Trapero, Rahola, Colau y... son elementos fundamentales en el proyecto, la planificación, la desobediencia, la culminación y el posterior desastre del Golpe. Eso sí. Si algún día Pilar Rahola tiene que dar cuentas a la justicia, por humanidad y buena educación, sería de agradecer que no compartiera celda con la señora Bassa, por cuestiones de ahogo y falta de aire. A no ser que existan celdas modelo «suite», y en tal caso, me callo.
Han pescado a la angulita. En Alemania. Para más indignación independentista en una gasolinera de Schleswig Holstein, el segundo apellido del Rey. La Rahola ha perdido la sonrisa. «Es el putu amo. KRLS burla l´euroordre d´Espanya. Ja no és a Finlandia». En efecto Piluchi. Está detenido en Alemania y en 45 días, como mucho, estará en una prisión española. El problema que se plantea ahora en el independentismo catalán es saber quién va a pagar el alquiler de la casa de Waterloo. El abogado belga, que es un sinvergüenza defensor de terroristas y golpistas, no lo va a tener fácil con los teutones. Así acaban los tontos y los cobardes. Hay que felicitar al CNI, que seguía sus pasos pacientemente y ha elegido el mejor lugar para pescar al pobre bicho. Lo siento exclusivamente por Pilar Rahola, que me cae de cine y considero una mujer harto cultivada. Es decir, que pienso en ella y me la figuro con zanahorias, pepinos y tomates surgiéndole de las orejas. Ha sido pescado el gran golpista, el enorme mentiroso, el huído estercolado, y está en Alemania. Allí, el Estado zanjó sin contemplaciones un intento de secesión de Baviera. Nos lo entregarán pronto. No es el «putu amo», Pilar. Es el «putu preso». Y por muchos años.
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