Opinión

Pedro Sánchez y la batalla de Madrid

Pedro Sánchez tiene su propio calendario, adaptado a su «tempo», que no es como el de Rajoy, pero que también tiene sus recovecos. El líder del PSOE, para desesperación de muchos socialistas, no tiene prisa y prepara su momento. Habla, por táctica, de moción de censura al Gobierno, pero no está en sus planes inmediatos.

El primer gran objetivo de Sánchez es Madrid, pero no ahora, más allá de los réditos que pueda obtener de la crisis de Cristina Cifuentes, incluida, de rebote, la presidencia de la Comunidad para Ángel Gabilondo que, aunque sea indiscutible, tampoco despierta pasiones en la parroquia socialista.

La batalla de Madrid que el líder del PSOE diseña con mimo, todo detallado en documentos internos, es la de las elecciones municipales, autómicas y europeas de 2019, que los socialistas prevén que se celebren el 26 de mayo. Sánchez y su equipo están seguros de que el PSOE puede ganar –ser el primer partido–en las municipales, con un 26%, por delante del PP, 24%; Ciudadanos, 17% y Podemos, 12%, incluida IU, según los datos que maneja el partido.

El estado mayor de Pedro Sánchez, en ese escenario, considera prioritario ganar la «batalla de Madrid».

La gran incógnita es si Manuela Carmena volverá a presentarse. Si no lo hace, el PSOE buscará un candidato impactante –alguien ha hablado de Javier Solana, pero solo como ejemplo– para la alcaldía que, además, arrastre voto en la Comunidad. Es lo que ocurrió en 2015 con Esperanza Aguirre a quien Cifuentes le debe muchos votos. Si Carmena –que siempre estuvo cerca del PSOE– repite, será la candidata de bastantes socialistas, lo que complicaría las cosas. A pesar de todo Sánchez cree en una victoria ajustada, en las municipales y europeas, y el premio gordo lo dará «la batalla de Madrid».