Opinión
Madrid, saturada de rumores otra vez
Madrid vuelve a ser la ciudad «saturada de rumores» que describía Josep Pla en 1934, en sus crónicas de la República. Casi cien años después, con Cataluña también al fondo, los rumores gozan de excelente salud y destacan los que afectan al huido Puigdemont, que cada día parece más claro que quiere otras elecciones, pero hay muchos más. El lehendakari Urkullu sigue sin entender al líder catalán, mientras Albert Rivera, el emergente, amaga con poner en peligro los Presupuestos si Rajoy se pasa de concesiones a los vascos del PNV, que saben vender caros sus imprescindibles votos.
El Cantábrico frente al Mediterráneo, y todos juntos en una orquesta dirigida por un gallego, que intenta interpretar una melodía casi imposible, solo para virtuosos. Cristina Cifuentes, agnóstica confesa, no cree en los milagros, pero espera uno, porque como dicen los gallegos «las meigas no existen, pero haberlas haylas». Rajoy sabe que entregar el Gobierno de Madrid a Gabilondo y al PSOE es un suicidio. Rivera y sus cuatro mosqueteros –Arrimadas, Villacís, Villegas y Aguado– se pueden pasar de frenada, aunque apoyar la moción de censura contra la presidenta madrileña no les resta. Pedro Sánchez, que habla mucho con Rajoy, ve una oportunidad si Ciudadanos le entrega Madrid gratis total. El líder del PSOE, sin embargo, piensa en 2020 y ahora lo que le ocupa es la renovación en la presidencia de RTVE, que espera que sea algo de socialistas y populares. Esa negociación puede ser un indicio de los planes de retirada de Rajoy si se completa la legislatura.
El calendario, no obstante, apremia en una primavera madrileña tímida en la que los magistrados del Supremo, además de despotricar contra Montoro, están a punto de decidir el futuro de Iñaki Urdangarin. En los mercados de futuros y en las casas de apuestas, todos con espías en el Alto Tribunal, el cuñado real camina –justos por pecadores o no– de forma inexorable hacia la cárcel. Habrá aplausos sobre todo en Podemos, que pretende distraer la atención de su propio culebrón venezolano, que es lo que es su propia batalla madrileña, en la que no falta nada, ni una política de toda la vida, Tania Sánchez, pero también ex novia de Iglesias. El Santander de Ana Botín inicia hoy la ronda de resultados trimestrales de los bancos. Anunciará unos 2.000 millones de beneficios, que serán pasto de demagogia fácil y confirmarán que la banca ya es un negocio de comisiones. Madrid nunca deja de estar «saturada de rumores».
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