Opinión

Sutil propuesta

Los equipos ingleses corren mucho. Zidane se equivocó dejando en el banquillo a Bale y alineando a Isco, su mejor jugador de Fútbol-Sala. El inquietante deportista de Arroyo de la Miel –inquietante para sus compañeros–, es un comprometido perdedor de balones cuando la rapidez impera. Finalmente, Zidane se apercibió de su error, sentó al hombre pegado a su trasero y sacó a Bale, que ganó la final. En fin, una Liga de Campeones más y asunto olvidado.

Me permito proponer una sugerencia interesante. A mediados o finales del mes de agosto, la UEFA convoca a los campeones de la Liga de Campeones y de la Liga Europa para disputar a un partido la Supercopa europea. Este año, feliz circunstancia, los dos grandes de Europa son madrileños. El Real y el Atlético. Se busca un terreno neutral, y tengo pensado que el escenario más adecuado para disputar tan interesante partido es el «Camp Nou» de Barcelona. Las comunicaciones entre Madrid y Barcelona son inmejorables, por carretera, vía férrea y aire. El «Camp Nou» es el estadio con mayor aforo de España. Su terreno de juego es casi tan bueno, consistente y muelle como el del Bernabéu o el Metropolitano. Y simultáneamente, se ofrece a la afición del Fútbol Club Barcelona un gran partido de rivalidad histórica. Barcelona cuenta con una oferta hotelera envidiable, y los aparcamientos en torno al «Nou Camp» ofrecen toda suerte de garantías. De tal modo, que los dos contendientes no saldrían de España para disputar su Supercopa, y los aficionados del «Barça» tendrían la oportunidad de asistir a un gran partido de fútbol jugado y competido por dos campeones europeos. En mi humilde opinión, un chollo para la Ciudad Condal.

El Fútbol Club Barcelona es potente y meritorio, pero sus triunfos se limitan a España. Ha ganado con brillantez la Liga y su torneo preferido, el Campeonato de España y Copa de Su Majestad El Rey. Cuenta su plantilla con estupendos futbolistas, que también agradecerían la celebración de la Supercopa en su estadio, al que accederían por su condición de jugadores del «Barça» de gratis total. Es bueno fomentar la afición al fútbol con grandes eventos. Se podría encontrar la fecha oportuna. Por ejemplo, la semana anterior al torneo «Juan Gámper», de gran prestigio internacional. Juan Gámper fue el suizo que fundó el F.C. Barcelona en el último llanto del antepasado siglo, vistiendo a sus equipos con los colores de su cantón helvético, el azul y el grana. Conocidas sus experiencias suizas, el Real y Atlético aceptarían que el saque de honor lo efectuaran al alimón Marta Rovira y Anna Gabriel, que empiezan a sentirse desoladas en las caras calles de Ginebra. De tal modo, que se entendería la elección del «Camp Nou» desde una interpretación constitucional. La reconciliación. Madrid se vuelca con la afición barcelonista y usa su campo para disputar una interesante final europea una semana antes de la celebración del «Juan Gámper», que como ya he escrito, es un torneo muy difícil de poseer porque todos los años lo gana el «Barça». Para la próxima edición tienen pensado los directivos azulgranas invitar a un club de impacto, de fútbol alegre y vistoso, y dudan si dirigirse al Girondins de Burdeos o a la selección nacional de Liechtenstein, que injustamente no se ha clasificado para el Mundial de Rusia. He llamado a un gran amigo de Barcelona, culé hasta el alma, y me ha reconocido la enorme ilusión que siente a la espera de que la UEFA designe el estadio para disputar la Supercopa de Europa. –Reunir en un mismo partido a los dos equipos más importantes de «Madrit» sería fabuloso-, me ha confesado entre lágrimas de emoción y jipidos de gozo.

Sutil propuesta, que mucho me temo va a terminar en la papelera de un despacho de la UEFA. Los dos equipos europeos de España disputando la Supercopa en el estadio del Club español que más se esfuerza por triunfar en la Copa del Rey. Esto va más allá del deporte. Y mucho me satisface sugerirlo.