Contador a cero

La estrategia de formar un equipo serio, de ganadores, le ha funcionado a Pedro Sánchez. Ha marcado a los demás un golazo por la escuadra. La bolsa no se ha dado un batacazo, Ana Botín ha bendecido al grupo feminista que mira a Europa, y todo esta bien. Contemplar a los 17 debutantes con el Rey, posando en la Zarzuela, ha inyectado ánimo generalizado después de tantos días de corruptelas, juicios y mociones de censura.

En líneas generales, este Ejecutivo es del gusto de todos. Convencen el currículum, la evidente preparación y el prestigio de cada ministro. Seas o no de izquierdas, es impensable obviar la valía profesional de un Josep Borrell, de un Pedro Duque, de una Nadia Calviño. Es imposible pensar que tres mujeres tan inteligentes, en posesión de sus respectivas carteras económicas, van a manejar mal nuestras cuentas. Es raro no enternecerse al descubrir la etiqueta en la suela del zapato negro, recién comprado para la ocasión por Máxim Huerta. De tan visto por la tele, Máxim pertenece un poco a todas las familias y ahora se convierte, además, en nuestro ministro deportivo sin tener que pasar necesariamente por el gimnasio (quizá tú, que me lees ahora, lo pagas cada mes pero luego vas dos días, ¿te suena?) .

De Máxim valoro la genuina autenticidad que le ha permitido conectar con millones de personas y que ahora puede encumbrarle, quién sabe, en negociaciones relativas a su cartera. Le conozco de un hola y adiós pero, digo yo, críticos: ¿qué tendrá que ver el oficio de astronauta o de periodista con el de ministro? Habrá que ver cómo se manejan para juzgarles. Evidentemente, no les auguro la benevolencia de la oposición. Ni los 100 días de gracia van a respetar. Menos aún quienes ayudaron a Sánchez a conquistar la Moncloa por la puerta trasera y ahora se quedan sin mando, como Pablo Iglesias.

También lo deja caer Ortúzar: necesitan gestos inmediatos del nuevo Ejecutivo central, el dinero prometido no les basta. Entretanto, El PP se busca a sí mismo. Ciudadanos se eclipsa. Y Sánchez, renacido de milagro, con solo 84 escaños, sueña con gobernar a lo largo. Por su bien y el de todos, espero que no sólo nos deslumbre el currículum del equipo. Pongo el contador a cero.