No queda tiempo

Mientras jugamos al fútbol, Quim Torra escribe tuits. El jueves lanzaba a las redes: «Reactivamos las delegaciones del gobierno catalán. Recuperamos la presencia internacional con el compromiso de defender los intereses de todos los catalanes. Reconstruimos los destrozos del 155 con la voluntad de avanzar con un mandato democrático republicano claro. ¡Continuamos!». Me da igual que el nuevo ministro de Exteriores, Borrell, le haya explicado a Carlos Herrera que no se pueden prohibir las oficinas de representación autonómicas en el extranjero. ¡Será mientras no invoquen un mandato republicano! España es una Monarquía Parlamentaria y esta forma de expresión por parte del presidente catalán es ilegal. ¿Se puede saber dónde está el fiscal? ¿O es que vamos a tener que ir los ciudadanos a denunciar?

¿De veras vamos a dejar destruir lo poco que hemos levantado en Cataluña en defensa de España? Desde Pujol llevábamos haciendo la vista gorda y hemos esperado hasta vernos obligados a parar con la policía y los jueces un intento de golpe de estado civil. ¿Y ahora anuncia este señor que «desarrolla el mandato republicano» con las cinco nuevas embajadas y de veras nadie va a hacer nada? ¿Para eso ha actuado el Rey arriesgando el poder del Estado ante los separatistas? ¿Para eso hemos pagado dinero al romper los contratos en vigor en las sedes de las embajadas catalanas? ¿Para eso hemos movilizado y molestado a miles de policías nacionales? ¿Para eso se desvencija Llarena? ¿De veras tenemos que aguantar esto y seguir viendo el fútbol?