Opinión

Está de moda

Dime si eres capaz de aceptarte como eres y te diré si eres feliz...Nos pasa a todos. Hombres y mujeres. Pero como siempre, el doble a nosotras. Hablo de la imagen y de su exigencia sobre los seres humanos de todos los tiempos, que nunca fue tanta como en el siglo XXI. Es ahora cuando parece que debemos ser perfectos o no ser. Pues miren, no. Es lo contrario: si no somos imperfectos, no somos nosotros mismos y dejamos de ser únicos. Y eso incluye las curvas y los kilos. Se acabó el tener que pasar hambre y sentirse mal por tener las caderas anchas.

El «orgullo curvy» acaba de hacerle un favor a tantas y tantas mujeres del mundo que ni con todas las dietas podrían emular a Cocó Chanel.

¿Pero es que acaso la famosa modista era más atractiva que ellas por tener la carne pegada a los huesos? En absoluto.

El encanto está en aceptarse y caminar satisfecha con los atributos que nos han correspondido en el reparto. Nada más seductor que una mujer segura de su encanto. Y ese encanto puede residir en cualquier cuerpo, más o menos curvilíneo. Los diseñadores de moda ya se han dado cuentan y empiezan a liberarse también de su obsesión por la delgadez. La salud –y no la hay con excesivo sobre peso, ni con escualidez– embellece tanto como el amor. A uno mismo para empezar... Quiéranse y paseen su cuerpo y su talla con orgullo.

Está de moda...