Opinión

¿Telebasura?

Me sorprende que haya compañeros que tilden de «basura» productos hechos con guantes de seda como el «Lazos de sangre» de TVE dedicado a la familia Rivera/Ordóñez que capitaneó Inés Ballester el jueves pasado. Programas en los que no solo no se dan detalles escabrosos de nada –jamás– y se respeta absolutamente a las sagas que se recuerdan, sino que, además, se prefiere no contar lo doloroso antes de ofrecer esa otra información por la que en programas de antaño se habrían pagado fortunas. No es un espacio elaborado a golpe de talonario y nadie habla con inquina. Lo más «gravoso» de la conversación posterior fue analizar que, tal vez, la tardía denuncia de malos tratos de Carmina Ordóñez –aunque luego quedara en absolución– determinó los perfiles de las mujeres maltratadas de todos los estratos sociales. O señalar que los hijos de Paquirri aún siguen esperando algunos recuerdos de su padre que Isabel Pantoja, entre sombras, siempre les negó, como, por otra parte y por desgracia, pasa en tantas familias recompuestas. Nada más. Ni medio detalle sobre asuntos que permanecen en la memoria de todos pero que no eran necesarios para repasar, con cariño, la vida de toda una saga y sobre todo de una mujer, Carmina, que, como dijo Luz Sánchez-Mellado, es un icono pop de aquella España de los años 70 que empezaba a asomar la nariz fuera del blanco y negro a la espera de la muerte del dictador. La crítica fácil de un programa blanco, donde se deja de contar lo que más duele, me sorprende. Hay que aceptarla, claro, pero no necesariamente compartirla, porque no hubo recreación en la tragedia, solo mención y reflexión...