Opinión

Suecia y el sentido de los tiempos

Las recientes elecciones que ha tenido lugar en Suecia confirman, una vez más, que algo está sucediendo en Europa y, también, en el resto del mundo. Son los tiempos del nacionalismo y del abandono de las posiciones universales. Muchos no quieren regular las migraciones sino combatirla impidiendo que los seres humanos puedan ejercer su «derecho a migrar». Se avecinan tiempos en los que es probable que se debilite la concepción en materia de derechos humanos puesto el racismo y la xenofobia suman adeptos. Malos tiempos para la verdadera democracia y para el sentido común y buenos tiempos para quienes sólo miran pos sus propios intereses sin tener en cuenta el sentido de la humanidad. En cada elección que tiene lugar en Europa se producen sobresaltos y partidos de raíz nacionalista aumentan su representación en los parlamentos nacionales. También, el Parlamento europeo se hace eco de esta tendencia que todavía no es definitiva y que esperamos que sea meramente coyuntural. Aún así, es cierto el peligro que se cierne sobre Europa y su bienestar. La posición que asume el Partido Demócratas de Suecia tras las elecciones llega a ser preocupante y, más todavía, cuando una situación similar, aunque con diferencias, se repite en muchos Estados del continente en los que formaciones políticas anti-europeas tienen cada vez mayor protagonismo. Los tiempos apuntan en esta dirección pero es preciso cambiar los tiempos. Podemos esperar a que esto suceda que, sin duda, sucederá pero también es posible proclamar una visión universal y apostar por más integración entre los europeos. Ahora más que nunca, debemos estar decididos a cambiar el sentido de los tiempos. Lo que ha sucedido en Suecia es un nuevo aviso, al que hay que sumar muchos otros, de que se aproximan momentos de incertidumbre y que el bienestar de Europa está verdaderamente en cuestión. No sé si somos conscientes de que el entramado de solidaridad que se ha ido tejiendo durante tantos años puede ser destruido, en poco, por los nacionalismos.