Opinión

Mortem

Manfred Spitzer, director de la Clínica Psiquiátrica Universitaria de Ulm, rememora estudios científicos que concluyen que el cerebro «crece» en aquellas zonas que se «utilizan», y dice que el enunciado al revés también es cierto: cuando el cerebro no se usa, se atrofia. Dejando a un lado las implicaciones que esto pueda tener para el mundo de la política, deberíamos pensar qué supone para los ciudadanos corrientes. No sabemos qué está pasando con nuestras mentes, de qué manera internet las está cambiando. Parece obvio que la capacidad de atención y concentración está bajando de forma escandalosa. Tendemos a ir de una cosa a otra, de un «sitio» a otro (en el sentido de sitio virtual, y en el espacial) sin quedarnos mucho tiempo en ningún lugar. Cada vez resulta más difícil concentrarse. Para los jóvenes, sobre todo, es una tarea ímproba. Su móvil recibe notificaciones que su cerebro es incapaz de procesar. Mariposean de un lugar a otro, sin que nada los atrape verdaderamente. Como si no hubiese asunto en la vida bastante importante para merecer un mínimo de cinco minutos de atención. Esto debe estar teniendo efectos impredecibles también en la capacidad de memoria y retención de ideas. La memoria se ejercita con tiempo y esfuerzo. Si no hay ni una cosa ni la otra, es muy difícil que la memoria prospere, exista. Los trastornos de la atención, como dice Spitzer, pueden derivar en trastornos de la lectura. Y las personas que no consiguen aprender a leer bien, tienen vidas peores. O por lo menos eso ocurrió durante toda la historia de la humanidad... hasta ahora. ¿Cómo sería un futuro con personas de cerebros descentrados? ¿Votarían a menudo por opciones políticas populistas...? ¿Vamos camino de una realidad política distópica cuyo relato cabrá en un muro de Facebook? Hace poco murió un rapero famoso al caer de una avioneta mientras se grababa a sí mismo, para un vídeo clip. Cada día mueren más personas haciéndose «selfies». El 75% son hombres (narcisismo, testosterona y edificios muy altos, son un cóctel letal). Los científicos dicen que el cociente intelectual mundial está bajando, ¡a gran velocidad! Que cada día somos un poco más lerdos. Pero, bueno: mientras salgamos guapos, sonrientes y molones, en el selfie «ante mortem» al borde del acantilado...