Opinión

El Falcon y el Cristo

Oficialmente, la campaña empezó hace nada, pero tú y yo sabemos que vivimos en modo bucle electoral desde no se sabe cuándo, ¡y lo que nos queda! En mayo, vuelta a empezar con las municipales, autonómicas y europeas.

Algunos políticos nos reciben, ilusionados, entre hologramas; otros se convierten en cantantes que invitan a huir de ellos despavoridos, sin mirar atrás. Hay que reconocer que un buen número de candidatos le echan ganas, energías, imaginación y hasta jeta, si me apuras, a estas dos semanas de promoción. La cuestión es atraer, llamar la atención, hacer llorar de la risa, perdurar en la memoria colectiva. Como explica Casado, hay que reenamorar al votante (y que él te entregue a cambio su flor, su papeleta, su confianza). Desde aquí mi aplauso a quienes lo consiguen, misión complejísima en este país de indecisos y escépticos.

No me digas que no has experimentado simultáneamente rubor y carcajadas contemplando el videoclip del popular almeriense Javier Aureliano y sus compañeros, versionando el clásico «The Reason». ¡Ríete tú del ganador de La Voz! No sé si este pretendiente de mi voto me conviene, pero me hace reír cuando canta «Orgullo de Almería», incluso se me van las piernas. Aunque más me hace soñar un vuelo en helicóptero a la boda del cuñado. Y si me lo organiza Falcon Viajes, ¡para qué quiero más! La broma de la falsa agencia promovida por las Nuevas Generaciones del PP para denunciar los excesos del viajero Sánchez ha cobrado forma a solo 100 metros de la sede central del PSOE y ha logrado, de entrada, una denuncia de los socialistas a la Junta electoral Central.

¿Cómo lo ves? ¿Marketing, aberración o diversión 3.0? El alquiler del inmueble rojo «tuneado» asciende a 2.600 euros al mes. No seré yo quien lo critique, imagino que montar un mitin en una plaza de toros resultará infinitamente más caro que esta broma, y encima te prestarán menos atención. Eso sí, el partido rival –en este caso, el PSOE– puede molestarse, buscar la grieta y denunciarte ante la Junta Electoral. ¡De la risa al llanto, pasamos en un suspiro!

Esto acaba de empezar y, a pesar de la astenia primaveral, promete (mientras no mezclen espectáculo con procesiones). Bien por la Cofradía del Cristo de Mena.