¿A quién va a votar Pantoja?

Isabel Pantoja conoce el enigma que no aciertan a resolver los politólogos. Sabe quién va a vencer en las elecciones. No consta, sin embargo, que Tezanos haya preguntado en Cantora. Al final, las ganará ella. No hay mayor populismo que el que enarbola la madre de todas las tonadillas, protagonista del resumen de los dramas de España. La audiencia siguió el momento en que se tiraba del helicóptero con el mismo morbo que vería a una reina en el retrete. ¡Lo que hubiera dado Rivera por estar en su pellejo! tarareando una canción de Malú, si es que Malú existe, dientes, dientes, que es lo que les jode. Lástima que no sea del estilo «cool» de Albert sino que lleva coleta como Pablo Iglesias, que al cabo es también un elemento folclórico bien traído.

La campaña electoral llega a su fin con el pueblo en vilo por la viuda de un torero y ex pareja de un corrupto, además de artista de las de antes. En el nomenclátor de los que han pisado la cárcel, a Pedro Sánchez se le olvidó mencionarla. La Justicia se pasó de ejemplar. Pagó por Correa y por Griñán. Si hoy le preguntaran, el aún presidente diría que la hubiese indultado por un puñado de votos. El pueblo es soberano más que soberanista. Llegará un día en que los que la sobrevivan llorarán más por ella que por Rosalía. Fue grande, magnífica, pero hoy es un gigante sacado de «Juego de tronos» que en el equipaje lleva tinte para el pelo y tantos trapos de lunares como para dar un concierto. Un detalle emocionante para un carácter tan soberbio. El respetable la esperaba como a los candidatos del domingo. El pulgar hacia arriba o la lapidación. Las elecciones serán eso: tirarse al agua.