Opinión

El tamaño sí importa

Desde luego, nuestros líderes políticos tendrán que emplearse a fondo estos días para ilusionar y movilizar al votante en esta batalla fatigosa, interminable, yo diría que en fase terminal, sin haber siquiera comenzado oficialmente la campaña. La ya bautizada campaña de los reproches, campaña de la alergia del ciudadano al buzoneo de propaganda electoral, campaña del hastío, que podría traducirse en una elevadísima abstención.

A estas alturas, todos sabemos lo caro que nos sale esta vuelta a las urnas. Conocemos de sobra los argumentos de unos y otros partidos, así como a sus respectivos representantes, incapaces de entenderse entre ellos. ¿Qué estrategias exhibirán para convencernos? Imagino que lanzarán propuestas que les reconecten con las emociones de la calle. De momento, como explica Gabriel Rufián, los españoles estamos hasta los bemoles. Qué sensatez desprende ese comentario suyo, reciente, sobre el sentir colectivo. Palabras dignas de un hombre de Estado, aunque pronunciadas por un independentista. ¡Ya podría el susodicho estar también hasta los bemoles del Procés y apaciguar el patio catalán!

Sea como sea, de aquí al día «equis» nos tocará escuchar una retahíla de ideas para mejorar nuestras vidas. La más peregrina que recuerdo acaba de salir del Gobierno vasco. Para impulsar la igualdad de género, el Departamento de Vivienda de Íñigo Urkullu trabaja en un borrador surrealista, que aplica una serie de exigencias para autorizar la habitabilidad de una vivienda. Pretenden que los hombres se impliquen en las tareas domésticas, que un piso de pequeñas dimensiones no se convierta en argumento para que “ellos” eviten pisar la cocina. ¿Cómo lo resuelven? No permitiendo que ese espacio concreto mida menos de 7 metros cuadrados. A los lumbreras que defienden semejante borrador, les pregunto si creen, en serio, que es cuestión de espacio, de metros, que ellos ayuden en casa. ¿Por qué suponen ustedes que la mujer cocina y el hombre espera? ¿No les parece una injerencia mayúscula decidir por mí el tamaño y la distribución de las estancias de mi casa? ¡Dejará de haber problemas más urgentes que solucionar en el País Vasco! Cocinan ustedes un decreto sumamente machista. Promover la igualdad desde las instituciones pasa por velar por una correcta educación desde la infancia, en los centros educativos, en las empresas. Está visto que, para ustedes, el tamaño sí importa.