Opinión

Insulto a España

Cuando la práctica totalidad de los medios de comunicación españoles están de parte del Estado, de la Constitución y de las leyes tras la frustrada declaración de independencia de Cataluña; cuando el Estado se defiende del golpe de Estado organizado por Junqueras y el cobarde Puigdemont; cuando se está a la espera de la sentencia del «procés» y cuando vemos que Torra llama a la desobediencia, a la rebelión y al no acatamiento del tribunal, duele ver que la prestigiosa cadena británica BBC realice un reportaje titulado «Cataluña a juicio».

La cadena más respetada e influyente del mundo. La misma que se compromete en su manual de estilo con la exactitud y la precisión, la misma que se ofrece a no distorsionar los hechos conocidos ni a tratar de forma intencionada una información que lleve a la audiencia a caer en equívocos, no puede despachar una de las mayores crisis de Estado con el reportaje «Cataluña a juicio», cuando a quien se está juzgando es a unos presuntos delincuentes independentistas que atentaron contra el orden constitucional español.

Pero no sé si duele más el reportaje en sí o la pasividad de nuestras autoridades para subsanar tal despropósito. El señor Bastarreche, embajador de España en Londres y que otrora fuera tan diligente al mostrar su desacuerdo a que un club de debate de Oxford invitara al cobarde Puigdemont, sería de agradecer que volviera a demostrar su diligencia, esta vez con la cadena pública BBC. Y la misma diligencia debe pedirse a nuestro ministro de Exteriores.

La lucha por la información veraz debe ser firme y unívoca. No se puede enviar un informe, por parte del Ministerio de Exteriores, sobre la verdad del «procés», en tres idiomas, a todas las embajadas españolas a la vez que permites la apertura de embajadas de Cataluña en el exterior. Igual que no se puede combatir la falsedad con la incongruencia de Sánchez: un discurso impoluto en Madrid contra la rebelión independentista mientras en Barcelona no apoya una moción de censura contra Torra.