Automoción de censura

Sale la sentencia de los ERE, el caso de corrupción mas grave de la democracia, orquestado por un partido político y ya están los de la oposición y todo el que pasa por las redes sociales, exigiendo responsabilidades al secretario general del partido que diseñó la trama corrupta y apelando a la palabra dada de Sánchez e Iglesias, como si esta red tuviera algo que ver con el PSOE. Diecinueve altos cargos socialistas, entre ellos dos presidentes de la Junta de Andalucía y del partido, han sido condenados por robar el dinero de los parados, pero después de escuchar a Ábalos empiezo a pensar que Chaves y Griñán son militantes del PP encubiertos en el partido socialista. 680 millones han robado al erario para tejer una red clientelar de amiguetes socialistas, eso sí de manera discrecional, sin pasar por control ni intervención, con alguna mariscada y marcha de putas por medio. Menos mal que nuestra moneda es el euro y no parece tanto como 113.125.000.000 pesetas, que de tan exagerada que parece ya ni sabes de la cantidad de la que estamos hablando. Los mismos que siguen hablando de Franco, como si hubiera muerto ayer, por boca de Ábalos, el único que habla, porque los demás, con su líder Sánchez a la cabeza, han enmudecido, el frío ha debido de hacer estragos en sus gargantas, nos dicen que esa trama corrupta pertenece al pasado y a dirigentes que ya no tienen que ver con el partido. O como dice el compañero de pupitre, el señor Iglesias, esto es culpa del bipartidismo, pero nunca del PSOE. Como defensora de la coherencia y acogiéndome a la frase de Pedro Sánchez «entre la presidencia del Gobierno y mis convicciones, elijo mis convicciones», estoy segura al cien por cien de que Pablo y Pedro están escribiendo su automoción de censura.