Opinión

Ábalos, un héroe

Tantos días esperando las explicaciones de Ábalos en el Parlamento sobre su no reunión con Delcy y ya me he quedado más tranquila. Se vio pero no se reunió, con la vicepresidenta venezolana, el saludo duró más tiempo del que viene siendo habitual en este tipo de gestos porque depende de las aptitudes de cada uno, es decir, que las del señor Ábalos son más lentas de lo usual.

La no reunión sirvió para evitar una crisis diplomática y por ello Sánchez no envió a la titular del Ministerio de Exteriores, de la dependen las relaciones con la Unión Europea, la cooperación internacional y la unidad de acción en el exterior, sino que envió a la persona que mejor garantiza y encarna por excelencia las aptitudes de la habilidad, la astucia y manejo de la mano izquierda: el señor Ábalos porque para subsanar el hazmerreir europeo ya tenemos a Borrell y para enmendar el altercado con Estados Unidos tenemos al Rey.

Aunque el mismo Ábalos haya reconocido que no es nadie para llevar temas de calado como las relaciones con Venezuela, se presentó en el Parlamento como un héroe que ha conseguido el respeto a los derechos humanos de los venezolanos y sobre todo el de los españoles que allí residen porque el se siente muy español. Vamos que gracias a sus aptitudes los venezolanos han pasado de sobrevivir a vivir. No valoramos lo que tenemos.

En ningún momento la señora Delcy pisó territorio español ni espacio Schengen, el suelo y el espacio del que consideramos nuestro aeropuerto no tiene dueño ni propietario o, vete tu a saber si, esto no obedece a una regla mágica o a un guión de Stephen King, la señora Delcy está y no está, pisa y no pisa, aparece y desaparece. Ábalos, un héroe.