Vaya panda de garrulos

Después de escuchar al líder de UGT, un tal Pepe Álvarez, histriónico en el vestir y en el lenguaje, decir que no hay que escuchar a los agricultores porque representan a la derecha terrateniente y carca es para hacérselo mirar y que, como poco, el sindicato le ponga de patitas en la calle y por supuesto sin mariscada de despedida.

¿Es maldad o ignorancia? La mayoría de nuestros agricultores y ganaderos son empresarios autónomos, ni terratenientes ni propietarios de grandes explotaciones, son jornaleros de sí mismos, los que más saben del clima, la conservación del medio ambiente y del bienestar animal porque viven de ello. Nunca les han representado los sindicatos porque apenas tienen trabajadores, pero sí las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA.

¿Extraña que el campo esté en pie de guerra si ven cómo el ministro del ramo, Planas, es desplazado por Iglesias, un gran conocedor de la materia como ha quedado de manifiesto al ningunear a las patronales agrarias, echándolas primero de la reunión con el sector y después animándolas a seguir apretando porque lo están haciendo muy bien? ¡Un miembro del Gobierno que anima a manifestarse contra el Gobierno del que forma parte!

Cómo no van a estar cabreados si ya no tienen interlocutor porque las competencias del Ministerio de Agricultura ahora las llevan tres vicepresidentes y siete ministros. Se decía que el campo estaba lleno de garrulos y fíjate por donde, los garrulos son los que nos están gobernando.

Cómo no va a estar intranquilo el campo español si ahora que empiezan las negociaciones de la PAC y los Fondos de Cohesión se desconoce quiénes son nuestros socios internacionales a parte de Venezuela y sus 40 maletas de contenido desconocido. Lo dicho, una panda de garrulos nos gobierna.