Rey Felipe VI
La hora de la unidad
España vive uno de los momentos más críticos de nuestra historia reciente, así como el resto de países de nuestro entorno en Europa, pero también en Asia, Oriente Próximo, América y deseamos que se aleje lo más posible de África. El mundo está alerta. La crisis abierta por el Covid-19 está en manos de la ciencia y de la buena organización y gestión de los recursos que puedan hacer los servidores públicos. No vale tomar decisiones demagógicas, egoístas o partidistas para contentar al auditorio, sino actuar con la racionalidad marcada por los científicos y el conocimiento. De ahí que lo mejor es que cada uno esté en su puesto y asuma su propia responsabilidad, sin ir más allá de las gesticulaciones políticas habituales. Ayer, el Rey, como cabeza de la primera institución del Estado, ocupó también su lugar, que, más allá de lo marcado constitucionalmente, tiene la misión de dar apoyo al conjunto del país en los momentos difíciles como lo es ahora la lucha contra el coronavirus. Es una muestra de compromiso que Don Felipe expresó con sinceridad en su discurso.
Que los españoles sepan y sientan que todo el Estado está al servicio de la ciudadanía y que ha puesto en marcha todos sus recursos para protegerles y combatir una epidemia en la que ya se han sobrepasado los 10.000 casos de contagio y se han alcanzado los 342 fallecidos. «Todo el Estado, todas las Instituciones públicas, están volcadas en resolver esta crisis que constituye nuestra prioridad esencial y todos los españoles pueden sentirse protegidos», dijo en un discurso expresado desde la complicidad del ciudadano que hace suyo el sufrimiento de sus semejantes. Todo el país está preparado para afrontar el duro golpe de una pandemia global, cuyos efectos en el futuro van a deshacer todos los planes de crecimiento tras la crisis de 2008. Entramos en un escenario que no estaba previsto y desconocíamos: todo el país enclaustrado y la economía paralizada, mientras todos los esfuerzos están invertidos en un solo objetivo. Basta ver la trayectoria de Felipe VI desde su llegada a la Jefatura del Estado el 19 de junio de 2014 para entender que su compromiso con esta catástrofe es plena, que en todo momento ha estado en contacto con los responsables que desde la Administración la están afrontando y sabe que el trabajo de los sanitarios y de la respuesta de nuestro sistema de salud es ejemplar. Agradeció a todas las personas, entidades y servidores públicos que están trabajando sin descanso y, de manera especial, al sistema sanitario y los profesionales que están asumiendo con sacrificio la lucha contra el Covid-19. «Sois la vanguardia de España en la lucha contra esta enfermedad, sois nuestra primera línea de defensa», añadió, uniéndose así a un sentimiento colectivo.
Nuestro país ha vivido momentos difíciles, dolorosos, de violencia que han marcado nuestra memoria, que han golpeado en el corazón de la ciudadanía y que nos han constituido como sociedad; hemos vivido instantes de zozobra política que sólo han conseguido la desunión entre españoles; se ha luchado siempre con la ley en la mano y la decisión de que nuestras conquistas como sociedad debían defenderse. Ahora, de nuevo, estamos ante un enemigo que pone a prueba los avances científicos, tecnológicos y humanitarios conseguidos. Efectivamente, como puntualizó Don Felipe, hay momentos en la historia de los pueblos en los que se deben afrontar retos dramáticos que no estaban previstos «en los que se pone a prueba los valores de una sociedad y la capacidad misma de un Estado». Estamos en ese tiempo y hay que responder desde nuestros valores de solidaridad y entrega, y hacerlo por encima de las disputas políticas. El mensaje del Rey es, en esencia, lo que los españoles están pidiendo: «Debemos dejar de lado nuestras diferencias». Sin duda, saldremos adelante.
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