Opinión

Un olé por Madrid

Esto del confinamiento en casa da para

mucho. Además de visitar varias veces la nevera y la despensa como si no

hubiera un mañana, disponer de tanto tiempo que unas veces es lento y otras

pasa muy rápido, de esperar a que den las ocho de la tarde para compartir con

el mundo la impotencia, el pánico que genera el virus y la solidaridad con

quienes nos cuidan y nos protegen, te da tiempo a analizar la gestión y la no

gestión de nuestros gobernantes.

El gobierno de la nación está noqueado,

sobrepasado y aturdido.  Tiene el mando único

para derrotar a un enemigo invisible que avanza imparable cada día pero si no

fuera por las Comunidades Autónomas, especialmente Madrid, con su presidenta y

su alcalde, no sé cual sería la realidad de la situación ni quiero imaginármela.

Ves las ruedas de prensa de Moncloa,

sin saber a qué comité de crisis o de coordinación se refieren. Han creado

tantos para dar protagonismo a propios y ajenos que ya no sabes si el contrato

con China que se acaba de cerrar es el mismo que mencionaron hace dos días, o

si las mascarillas que van a llegar en unas semanas son las mismas que nos

prometieron el fin de semana. Por no hablar de los respiradores tan necesarios

para nuestras UCIs cuando te dicen que llegarán en un mes y son para hoy. ¿Hablarán

los comités entre sí?

Esta crisis está reflejando que hay

políticos que deberían de presentar su dimisión y poner pies en polvorosa el

mismo día que se acabe con la pandemia. El alcalde de Valladolid por decir que

la psicosis le tiene perplejo y que esto no es más que una gripe y la consejera

valenciana por decir que los sanitarios se han contagiado por hacer viajes y

visitar a sus amigos y familiares.