Coronavirus

El coste de la pandemia del coronavirus: cifras alarmantes y tendencias positivas

Alexandre Muns Rubiol

El coronavirus de Wuhan se ha cobrado la vida de más de 16.000 personas e infectado a más de 380.000 desde diciembre. Debido a la magnitud de los intercambios comerciales y turísticos de China con el resto del mundo, el virus se ha extendido en menos de tres meses a 192 países.

Beijing impuso la mayor cuarentena de la historia en Wuhan y restringió severamente el movimiento de la mitad de su población. Los 11 millones de habitantes de Wuhan eran detenidos si abandonaban sus domicilios. China ha logrado frenar la curva de infección. El número de nuevas víctimas diarias es pequeño y 77.894 de sus 81.171 infectados se han recuperado.

El Presidente Trump acertó con la prohibición inicial de vuelos desde China, Corea e Italia y su expansión a los 26 miembros de la zona de Schengen. Pero falló en EEUU la coordinación entre el gobierno federal, los estados y los hospitales privados para realizar rápidamente la prueba del coronavirus a los colectivos vulnerables.

En Corea, en cambio, el gobierno organizó rápidamente métodos rápidos y seguros para detectar el número de infectados, como veloces y eficientes controles a conductores y en cabinas dónde no tiene que entrar el personal sanitario. La recompensa es el relativamente bajo número de infectados (9037) y muertos (120) en un país con una población de 51 millones. Italia no siguió el ejemplo de Corea en cuánto a las pruebas pero decretó una cuarentena de todo el país. El número de casos en el país transalpino se ha disparado a más de 65.000 infectados y más de 6000 muertos, desbordando la capacidad de los hospitales.

Líderes de muchos países temen una ola de infección como la italiana y han decretado cuarentenas que prohíben la salida de los hogares con excepciones para aprovisionarse de alimentos y medicamentos. En dicha situación se encuentran España, Francia, Reino Unido, Irlanda, Dinamarca, Polonia y Nueva Zelanda. Dichas cuarentenas solamente permiten la apertura a empresas o negocios de sectores esenciales como el sanitario, farmacéutico, alimentario, energético y financiero.

El 40% de la población de EEUU en 16 estados también está sometida a medidas de confinamiento severas. El Congreso de EEUU ha aprobado dos paquetes por valor de 100.000 millones de dólares que financian la baja médica pagada para los asalariados por hora y padres de escolares, alargan los beneficios por desempleo y amplían los programas alimentarios y médicos gratuitos para las personas de menos renta. Un tercer programa de estímulo de 2 billones de dólares proporcionará ayudas a los sectores más afectados (aerolíneas, hoteles), préstamos a las PYMES y reducciones de impuestos.

La Reserva Federal recortó la tasa de fondos federales a 0-0.25% y comprará bonos y deuda de empresas y del estado por valor de 4 billones de dólares. Otros gobiernos están desplegando amplios programas de estímulo y los bancos centrales están asegurando el acceso a dólares. A pesar de todas estas medidas, JP Morgan prevé que el PIB disminuirá un 14% a ritmo anual en el segundo trimestre en EEUU, un 24% en Europa y un 12% en América Latina.

Los índices bursátiles de EEUU han descendido más del 25% desde mediados de febrero. Los mercados se estabilizarán cuando deje de crecer exponencialmente el número de infectados. China logró frenar la curva en aproximadamente 50 días. Pero en las democracias las cuarentenas y despliegue de las fuerzas armadas son más polémicas y algunos cuestionan el precio económico que estamos pagando para contener el coronavirus.

La comunicación en crisis debe ser rigurosa pero no alarmante. El mundo superó pandemias mucho peores como la gripe de 1918-20 (50 millones de muertes), la gripe de Hong Kong en 1968-69 (1 millón de muertos) y la gripe porcina H1N1 en 2009, que causó 284.500 muertos.

Dr. Alexandre Muns Rubiol es Profesor, EAE Business School