El coletas

Pablo Iglesias acusa a Rafa Hernando de usar un tono faltón hacia su persona por haberle llamado «el coletas». Qué culpa tiene Hernando de que el vicepresidente lleve coleta. Podría haberle llamado «el chepas» como también es conocido en las redes sociales, y eso sí que hubiera sido una falta de respeto y un acto faltón.

Una caricatura es un retrato que exagera un rasgo de la persona. El de Felipe González fue la boca, el de Aznar el bigote, el de Zapatero las cejas, el de Rajoy la barba y el de Pablo Iglesias la coleta. Rasgos que más adelante declinaron en apodos: el morritos, el bigotes, el de la ceja, el barbas. No recuerdo a ningún expresidente ni ex vicepresidente que se sintiera ofendido ni se quejara públicamente ¡Pobres dibujantes que se atreven a faltar a Iglesias resaltando su coleta!

El humor gráfico es un humor inteligente y la ironía es de sabios porque sólo es entendida por el veinte por ciento de la población. Con esto no estoy diciendo que el vicepresidente tenga carencia de inteligencia ni de ironía. Lo que tiene es un exceso de piel muy fina. Incita a que se hagan escraches pero él se se blinda el chalet y la calle. No se corta en llamar a Álvarez de Toledo marquesa, fascista a Casado y Abascal, asesinos a presidentes autonómicos por el fallecimiento de mayores en residencias cuando el mando único de

la gestión de esos centros

es suyo.

El límite entre la ofensa y la libertad de expresión dice mucho del equilibrio emocional de una persona y la facilidad con que algunas personas se ofenden echando las culpas de sus acciones a los demás es un síntoma psicológico preocupante en un dirigente político ¡Oye, que a lo mejor, se soluciona cortándose la coleta. Quién sabe!