Opinión

Lo que fue ya no es

Casi cien días de estado de alarma, de mando único, de poder excepcional y absoluto, con las máquinas del BOE a pleno rendimiento, llegándose al absurdo de publicarse varias versiones de un mismo decreto, con los poderes legislativo y judicial en servicios mínimos y resulta que, después de escuchar a la ministra portavoz decir que, esto es mentira, empiezo a tener mis dudas de haber sufrido un espejismo o de no estar preparada para asumir la nueva normalidad donde lo que fue ya no es. Donde hubo mando único, no hubo y como nunca se asumieron competencias en Sanidad y Servicios Sociales, cómo se me ocurre pensar que van a asumir responsabilidades de unas competencias que nunca se asumieron.

Siguiendo con este absurdo, por qué va a plantarse el Gobierno un plan para Barajas si es un aeropuerto estatal gestionado por la empresa pública Aena y con las competencias en Sanidad exterior y Seguridad en manos del Ejecutivo español, si el aeropuerto se encuentra en la Comunidad y en la ciudad de Madrid y además está gobernado por el PP.

Cuando medio mundo está pasando el brote de la pandemia, la otra mitad se encuentra atemorizada por el rebrote, España incluida, las medidas de prevención y contención sobre los viajeros que aterrizan en el aeropuerto se limitan a revisiones visuales basadas en el ojo clínico de quien las realiza.

Como hay que buscar un cabeza de turco o echarle el muerto a alguien, nunca mejor dicho, los grupos de la oposición de Madrid, que curiosamente gobiernan la nación y son los únicos gestores competenciales del aeropuerto, se han puesto a exigir a Díaz Ayuso la asunción de responsabilidades y medidas para el control de viajeros. ¡No me acostumbro a la nueva normalidad!