Bofetón a España

Europa le da la espalda al Gobierno de Pedro Sánchez a través de Nadia Calviño. La historia se repite, lo sabe bien Luis de Guindos. Es una mala noticia y una derrota amarga para nuestro país, en lo diplomático y en lo político. Cuando más falta nos va a hacer una figura influyente en Europa, en pleno proceso de reconstrucción económica por la pandemia, nos tiran por la borda la posibilidad de que Calviño presida el Eurogrupo. Y es una pena porque está capacitada, tiene el perfil mesurado, europeísta, y es vicepresidenta de un Gobierno, cualidades que no reunía De Guindos en su momento.

Al final, David se ha impuesto a Goliat: han ganado los miembros más humildes pero conservadores –Chipre, Letonia o Eslovaquia– frente a las poderosas Alemania, Francia o Italia. El irlandés Pascual Donohoe ha sido respaldado por esa Europa pequeña, desconfiada, lejana, de diferentes velocidades. Lo mismito que nos ocurre cada año en Eurovisión, vaya. Solo que esto no era un concurso musical, era la oportunidad de estar en primera línea en el momento más complicado.

A las mujeres se nos había roto el techo de cristal en la Comisión Europea, en el Banco Central… El Eurogrupo tendrá que esperar y Calviño, me temo, queda también debilitada frente a Podemos, en clave nacional.

Se nos esfuma la ilusión comunitaria cuando España no está para más fiestas. Se ve que no aprendemos, el coronavirus avanza en la península con una curva similar a la del mes de marzo. ¡Ni con el calor se va este bicho! Ojala funcione la mascarilla obligatoria.

Si pudiera dar marcha atrás en el tiempo y volver a los meses oscuros del Estado de Alarma, habría abogado por unos informativos más crudos. Más contundentes en la imagen, en los dramas. Quizá así habríamos evitado alguna aglomeración reciente que ha derivado en brotes. Las multitudes festivas son directamente proporcionales al miedo que se empieza a revivir en Galicia, en el País Vasco y, sobre todo, en Lleida. Con las fronteras abiertas de par en par, sin apenas medidas de control en los aeropuertos, esto no ha hecho más que empezar a reactivarse. El domingo se celebran elecciones en Galicia y en Euskadi, todos a votar. Solo espero que no tengamos que lamentarlo dentro de dos semanas.