Opinión
Desbarajuste total
Te escribo mis últimas líneas de esta temporada con cierto desasosiego, sabiendo que los contagios por coronavirus siguen al alza, con 412 brotes activos por todo el país. Seguimos perdidos, con el virus desperdigado, mientras esperamos esa vacuna milagrosa que nos salve. Y nuestros representantes regionales, entretanto, se están dedicando a actuar, cada uno a su manera, ante los brotes que van detectándose. La ausencia de un mando único, ahora que parece que Sanidad ejerce de mero espectador de los acontecimientos, empeora las cosas.
No existe suficiente coordinación entre las Autonomías, ni siquiera entre poblaciones limítrofes. A los hechos cotidianos me remito. Estos días de vacaciones sureñas, camino cada día por una hermosa playa que se extiende a lo largo de dos términos municipales. Durante unos ocho kilómetros de recorrido, encuentro a vigilantes pendientes de que los bañistas llevemos puesta la mascarilla de rigor. La situación cambia cuando pisas arena del siguiente pueblo: cero medidas, libertad total. El manual de instrucciones comunitario se reduce a la imposición de la mascarilla. A partir de ahí, cada núcleo urbano toma sus propias decisiones. El resultado es un desbarajuste total.
Veremos en qué queda la Conferencia de Presidentes que se celebra en La Rioja. De entrada, las ausencias de Urkullu y Torra me reafirman en la idea de que, aquí, cada uno va por libre. Los socios de investidura de Sánchez brillan por su deslealtad, una vez más, en época de vacas flacas, cuando sabemos que España encabeza el ranking del desempleo en Europa, con una bochornosa tasa de paro juvenil en junio, superior al 40%. La excusa de la presencia del Rey Felipe VI en ese foro no es creíble ni válida, porque aún tenemos grabada en la retina la asistencia de ambos a la ceremonia de Estado por las víctimas, en el Palacio Real. ¿Por qué antes sí y ahora no?
Con las cifras de fallecidos aún entre interrogantes y con la información, ya confirmada, de que nunca existió un Comité de Expertos para la desescalada, es inevitable mi desconfianza en este Gobierno de dos almas. Otro día, si quieres, hablamos de la supuesta caja B de Podemos… Hoy me vas a perdonar. Como dice un colega, Cádiz es un estado de ánimo. No quiero que me lo empañen en vacaciones.
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