Hacia la republiqueta

Tengo un par de dudas (razonables). Una tiene que ver con el virus que ha confinado al mundo, que lo ha moldeado sobre el miedo, hasta hacernos retroceder años de crecimiento. La primera oleada de COVID nos sorprendió, pero en este inicio de la segunda no deberíamos caer en la misma piedra. Superamos los 700.000 contagiados en España. Ya vamos tarde, nos lo repiten los entendidos en la materia. Nos lo gritan, incluso, desde Bruselas. ¡Tomen medidas urgentes! La semana pasada protestaba, desbordada, la atención primaria; ahora nos avisan los intensivistas de la presión en las UCI, la angustia regresa a los hospitales. El ministro Illa pronostica semanas difíciles para Madrid. ¿Reacción política hasta el momento? Un gran montaje con banderas –llegadas desde la Moncloa– para informarnos de que, por fin, el Gobierno echará un cable a la Autonomía y trabajarán unidos. En la práctica, los tiempos se dilatan. Nos anuncian restricciones de territorios con cuentagotas. Si la situación de Madrid es hoy tan grave como nos la pintan, ¿por qué esperar al lunes para desplegar al Ejército y demás efectivos en esta Comunidad? Si Madrid entera debe volver a la fase uno flexibilizada, ¿por qué no se decide ya? La economía se resentirá, en cualquier caso.

Segunda duda: ¿qué le ocurre a este Gobierno con el Rey? ¿Por qué se ha decidido que Felipe VI no vaya hoy a la entrega de los despachos a los jueces, en Barcelona? ¿De qué quiere proteger Sánchez al monarca? ¿Por qué le confina hoy? Tiene que existir un motivo de peso que se nos escapa, porque el de la seguridad resulta ridículo. ¿Acaso también peligra, en ese acto, la integridad del ministro Campo, del poder judicial allí presente, de los nuevos magistrados? De ser así, ¿por qué no se trasladó la ceremonia a otra ciudad? No van por ahí los tiros, me temo, en plena negociación de los presupuestos con los independentistas, con Torra a punto de ser inhabilitado. Por esa regla de tres, ¿qué será lo próximo que veamos? ¿Se atreverá a vetar este Ejecutivo al monarca también en el País Vasco? Vamos hacia la republiqueta que menciona Felipe González.