Ninguna persona mayor sola en Navidad

Ahora que continúan nuestros responsables políticos empeñados en «salvar la Navidad» y discutiendo si deben ser 6 o 10 personas las que debemos reunirnos en las comidas y cenas navideñas, merece la pena hacer alguna reflexión en torno a nuestros mayores, nuestras abuelas y abuelos. ¿Deben celebrar estas entrañables fiestas en soledad en las residencias geriátricas?

Existen datos y contamos con los recursos necesarios para que ninguno de ellos esté solo en estas navidades. Partamos de la base indiscutible de que las personas mayores siguen siendo las más vulnerables ante la Covid-19, pero no debemos olvidar que también lo son ante la soledad, la tristeza y la depresión, que se acrecienta por no poder estar con sus hijos y nietos. Durante toda la pandemia y, sobre todo, después del escandaloso número de fallecimientos incomprensibles, nos han estado recordando que en todas las comunidades autónomas se estaban haciendo PCR y test de anticuerpos a la gran mayoría de los trabajadores y los residentes. Lo deseable y lógico es que hoy se les hubieran realizado estas pruebas a todos, sin excepción. ¿Y los resultados? Los datos preliminares del «estudio de seroprevalencia realizado en las residencias geriátricas y centros sociosanitarios para personas con discapacidad de Madrid» nos confirman que 15.852 personas, el 53% de los residentes, presentan anticuerpos contra la Covid, lo que significa que están inmunizados y que a tenor de la evidencia científica de la que disponemos en estos momentos y en todo el mundo, ni pueden contagiarse, ni pueden contagiar.

Si esto es así, que lo es, cualquier persona mayor que cuente con sus anticuerpos puede asistir a la comida o la cena de Navidad familiar sin riesgo alguno. Y si todavía hay personas mayores a las que no se les haya realizado la prueba, nuestras autoridades tienen la gran oportunidad de realizarlas en estos momentos y poder disponer de este modo de los resultados antes de las Navidades.

Por otra parte, realizar estas pruebas también servirá para detectar de forma precoz a las personas mayores que puedan estar padeciendo la enfermedad. Lo que resulta incomprensible es que hoy continuemos afrontando nuevos brotes de la enfermedad en los centros geriátricos, incluso en los que están prohibidas las visitas de los familiares; ¿se están haciendo las pruebas obligadas a todos los trabajadores de estos centros de forma periódica y al menos una vez por semana? Si se hace en multitud de empresas y en los programas de televisión, ¿por qué no se hace en todos estos centros que atienden a las personas más vulnerables?

Hoy contamos con los recursos necesarios, con pruebas que nos ofrecen los resultados en 15 minutos, tanto de «antígenos» como de «anticuerpos», por lo que es necesario defender que «ninguna persona mayor, ninguna abuela o abuelo», esté solo estas Navidades si tiene anticuerpos anti-Covid en su sangre. Y si no los tienen, tampoco deberían estar solos porque, aunque deban seguir en la residencia, sus hijos y sus nietos pueden ir a visitarles, respetando las medidas de prevención y con la misma seguridad que entran a los centros los trabajadores que los asisten y cuidan.

Recordemos que aquellos que siguen defendiendo que con la realización de un test antigénico rápido está todo solucionado, se olvidan de que si el resultado es «negativo» en ningún momento podemos estar seguros porque puede tratarse de una persona «asintomática» que, en definitiva, podría ser el elemento «contagiador» de la reunión familiar.

En definitiva, si las residencias están medicalizadas, que deberían estarlo y todas, el médico responsable de cada centro es quien deberá garantizar la salud de sus residentes y permitirles estar acompañados de sus hijos y nietos, en la residencia o en casa. Y tengamos presente que si respetamos las reglas de prevención y estamos vacunados con la vacuna de la responsabilidad la precaución y el sentido común, estaremos contribuyendo a salvar las Navidades de 2021 y la vida de nuestros mayores, a los que tanto debemos.