Opinión

Tormenta perfecta/trifulca política

Existen comportamientos de la clase política que en el día a día los periodistas tenemos bastante asimilados, casi forman parte del paisaje cotidiano cuando toca seleccionar noticias para contarlas a la gente, lo que no significa que eso que conocemos como ciudadanía de a pie, –la opinión no publicada que diría Felipe González– tenga porque entender que ante tamaños desafíos sobrevenidos, la reacción no ya de los partidos políticos, sino de las distintas administraciones se corresponda más con la trifulca política que con la búsqueda de un mínimo de coordinación, dado que el consenso se brinda ya como una quimera en los tiempos que corren. Por si fuera poco, al quebranto que para este país está suponiendo el azote del covid tenía que sumarse la madre de todas las nevadas con los desastrosos efectos posteriores de la también histórica helada. Con tamaños miuras sobre el escenario, con las calles otra vez vacías, los negocios cerrados, la ausencia de algunos suministros y sobre todo la tercera ola de la pandemia saltándose todos los muros de contención, vuelve a dar la sensación de que carecemos de un plan común, entre otras cosas porque los intereses y situación en cada uno de los territorios no son comunes.
La declaración de zona catastrófica –llamada ahora de emergencia– para Madrid capital o las medidas para atajar los efectos de «Filomena» en la comunidad presidida por Díaz Ayuso han vuelto a suponer enfrentamiento con el gobierno central confirmando a unos casi seculares adversarios irreconciliables. El debate a propósito del aplazamiento de los comicios en Cataluña también ha desnudado vergüenzas y miserias, no tanto por los elementos técnicos, jurídicos o científicos que pudieran aconsejar o no tal demora, sino por la imagen ofrecida por todos los partidos catalanes sin excepción de estar anteponiendo el tacticismo político y el conteo de posibles votos frente a lo más imperioso como es la salud y la vida de los ciudadanos. Si a todo ello sumamos el galimatías de «pluralidad» entre comunidades autónomas a propósito de la conveniencia de aplicar desde el gobierno central un nuevo confinamiento nacional para frenar la tercera ola del covid, el resultado es el de una mañana de sábado como la de hoy, en la que el ciudadano con independencia de su territorio de residencia no sabe ni cómo se va a actuar, ni a quién le corresponde en según qué casos actuar. Nieve, hielo, covid y mucho barro en la trifulca política.