El desastre catalán

Como sucede en todas las elecciones hay ganadores y perdedores. Las erróneas decisiones tomadas por las formaciones constitucionalistas del centro derecha les han conducido al desastre y confirma que una lista del PP y Cs hubiera dado un resultado más acorde con lo que realmente representan. Han conseguido sólo 3 y 6 diputados lo que significa, respectivamente, una pérdida de 1 y 30. Un fracaso que debería hacer reflexionar a sus líderes para buscar mecanismos de colaboración para constituir una sólida alternativa al PSOE. A esto hay que añadir, además, el importante ascenso de Vox que consigue 11 diputados y se convierte en la cuarta fuerza. Los ataques de los independentistas y antisistema le han convertido en el centro de la campaña haciendo que votantes de Cs y PP le apoyaran. El PSC se sitúa como el voto útil del centro izquierda con un ascenso muy importante, aunque ahora se abren numerosos interrogantes sobre si habrá un gobierno tripartito o uno independentista. Otra muestra del desastre es la impresionante abstención, ya que sólo ha votado un 53,5 %. El impacto de la pandemia es demoledor, porque la participación en 2017 alcanzó el 79 %.

El eje queda situado en cuatro bloques divididos por el independentismo y la posición a la derecha o izquierda de cada uno de ellos. El centro derecha constitucionalista queda encabezado por Vox con 11 diputados y un 7,6 % acompañado por CS con 6 y un 5,5 y el PP con 3 y un 3,8. En total 20 diputados y un 16,9 %. El votante de centro derecha se ha quedado en casa. Muy lejos del voto útil de 2017 que otorgó a Ciudadanos 36 diputados y fue el primer partido. La izquierda no independentista está encabezada por el PSC con 33 diputados y un 23 % y podría incluirse, con matices, a En Comú Podem con 8 y un 6,8. Esto representa 41 diputados y un 29,8. Por su parte, la izquierda independentista está representada por ERC con 33 diputados y un 21,3 y las CUP con 9 y un 6,6. Un total de 42 diputados y un 27,9. Finalmente, JxCat lidera la derecha independentista acabando con el PDdeCat, aunque su 2,7 le hubiera sido muy útil a Puigdemont en su lucha con Junqueras. Con 32 diputados y un 20,1 no consigue ganar a ERC, aunque condicionará decisivamente el escenario postelectoral. Mas y Puigdemont pagan su error en las urnas. Ahora todo depende de ERC.