Unión Europea
Vacunas, banderas y pagafantas
Llámenme malpensado, pero de chico aprendí que si tienes la menor sospecha de que se están riendo de ti es porque se están riendo
Israel ha vacunado al 60 por ciento de su población. Reino Unido, al 40. Estados Unidos, al 25 por ciento. Mientras, la UE arrastra los pies hasta el diez por ciento. En Madrid, la campaña de inmunización lleva un mes parada y los mayores siguen esperando esa llamada. La llamada. Ayer, la Comisión Europea anunciaba que va a vigilar que no se sigan vendiendo vacunas desde la Unión Europea hacia países cuya situación de inmunidad es mejor que la del Viejo Continente, pero la prohibición llega tarde: Europa ha exportado ya 40 millones de dosis a otros países, y entre los mejores clientes se cuentan Estados Unidos y nuestros ex, Reino Unido. Ellos, a su vez, nos han vendido... cero. Ni una sola vacuna.
Reino Unido ha convertido los pinchazos en la mascota del Brexit, el único motivo de propaganda y orgullo patrio ante la debacle económica a la que van a tener que enfrentarse en los próximos meses. Y además lo ha hecho acusando a Bruselas de hacer «nacionalismo de vacunas», cuando un tercio de los pinchazos administrados a sus ciudadanos proceden de la unión. Mientras, AstraZeneca, con sede en Cambridge (Reino Unido), lleva semanas haciéndose la despistada (ya se puede decir que chuleando) al ejecutivo comunitario. Vaya, y justo ayer se descubren 29 millones de dosis de esa firma en Italia que iban a ser subastadas. ¿Más? El gigante farmacéutico estadounidense Pfizer desarrolla su producto a partir de los descubrimientos de unos laboratorios europeos, BioNTech, con sede en Alemania, pero la Unión Europea no se reservó un derecho preferente de acceso y en enero su suministro se aplazó. En este trimestre, Europa debería recibir 200 millones de dosis de este laboratorio de los 300 que pretende administrar. Un riesgo enorme de quedarnos con cara de bobos. Ah, un detalle: BioNTech son unos laboratorios que reciben ayudas de la UE.
Vaya por delante que es lógico que Europa exporte vacunas, que las regale incluso a países del tercer mundo cuando llegue el momento y que prefiero una Europa no nacionalista y solidaria. Pero pocos ciudadanos europeos comprenden que todo eso suceda mientras te muestras inoperante, incapaz de cuidar de tu propia población. La verdad es que a veces es complicado de entender hacia dónde va Europa, tan llena de reglas y de burocracias para ser impecable que se vuelve insustancial. ¿Qué pensamos los europeos de todo esto? ¿Estamos de acuerdo con que se vendan vacunas para favorecer la industria y crear riqueza y empleo o preferimos «los europeos primero»? ¿Somos majetes o tontos de solemnidad? Llámenme malpensado, pero de chico aprendí que si tienes la menor sospecha de que se están riendo de ti es porque se están riendo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar