Marruecos

Ceuta, en el foco

La maldad del sátrapa marroquí y sus acólitos se ha confirmado infinita

Os aplaudo, ceutíes. Al igual que los melillenses y los canarios, sabéis mejor que nadie lo que significa convivir entre culturas diversas a lo largo de los siglos, en el ecosistema propio de los pueblos sabios. Os sentís olvidados muchas veces en un país donde parece que todas las batallas se libran en dos o tres capitales. Ha tenido que abrir la vecina Marruecos sus fronteras y ha tenido que desatarse una emergencia humanitaria para que el mundo ponga los ojos en vosotros.

De este drama televisado me quedo con vuestra solidaridad, por encima del miedo. Me quedo con la labor encomiable del Ejército, de los legionarios, de la Guardia Civil, de la Policía, de la Cruz Roja desplegada en El Tarajal. Me quedo con vuestro apoyo anónimo a los más indefensos. A esas familias con bebés que llegaron exhaustos a la orilla, engañadas con mentiras crueles, como que en España les curarían de la diabetes, o verían a Cristiano Ronaldo en Ceuta. La maldad del sátrapa marroquí y sus acólitos se ha confirmado infinita, abriendo el grifo de la inmigración con el eslogan del falso sueño europeo. No os han amedrentado. Vosotros, ceutíes, y aquellos han velado por vuestra integridad habéis brillado estos días. Lo demás ha dado vergüenza. Vuestro vecino quiere más dinero y, al estilo turco, chantajea de cuando en cuando a Europa empujando al mar a miles de almas inocentes. Y en Madrid se ha echado en falta una respuesta contundente de nuestros dirigentes. En la última sesión de control al Gobierno, se perdió una oportunidad de oro para escenificar unidad política. Es cierto que este Gobierno cometió un grave error admitiendo en un hospital al líder del Frente Polisario, sabiendo lo que se jugaba. Y es verdad que Podemos, en estas circunstancias, ha echado más leña al fuego manifestándose expresamente a favor de la autodeterminación del Sáhara Occidental. En todo caso, frente a una intimidación de semejante calibre, lo mínimo que cabe esperar de Gobierno y oposición es el pleno consenso. Ante sus ciudadanos y ante el resto del mundo. Ojalá hayan tomado buena nota.