Política de mercadillo

Arrasar con el feminismo, dar patadas al diccionario de la Real Academia Española, convenir con asesinos, indultar delitos contra el Estado, burlar al Tribunal de Cuentas, lo que haga falta para mantenerse en La Moncloa. Como si estuviéramos en un mercadillo de sábado con la sintonía machacona del vendo bonito barato y el me lo quitan de las manos. «Tenemos sandía, tenemos melón, mira guapa que bonito el fresón».

Dice Sánchez, conocido como el presidente de la verdad y el honor a la palabra dada, congruente consigo mismo por encima de todas las cosas, que no habrá referéndum de autodeterminación porque el PSOE nunca lo apoyará, como si le importara lo que el Partido Socialista y los votantes socialistas apoyen o dejen de apoyar.

A veces me pregunto, a qué segmento de población pregunta el CIS de Tezanos y a cuáles entrevistan el resto de las consultoras que hacen encuestas para que los resultados sean tan dispares. Vete tú a saber, a lo mejor Tezanos pregunta a españoles que residen en el exterior o a extranjeros con nacionalidad española y están bastante desconectados de lo que sucede y acontece en nuestro país. Lo que es evidente, y no hacen falta encuestas para saberlo, es que los socios de Gobierno saben que el punto débil de Sánchez es vivir en La Moncloa y el uso y disfrute de lo que conlleva, BOE, helicópteros y Falcon.

En estas estamos, pidiendo al Tribunal de Cuentas que haga la vista gorda con los tejemanejes de ERC, indultando a delincuentes no arrepentidos con espíritu reincidente y con el mundo binario cis hetero patriarcal tan difícil de pronunciar. ¿España al revés? Nooo! Lo llaman hacer política con mayúsculas para edulcorar lo que realmente es, política de mercadillo. «Tenemos sandía, tenemos melón, mira guapa que bonito el fresón».