Opinión

El cuaderno de Chapu Apaolaza: Sombrillas en la línea de Karmán

Así es cómo los chavales sabrán quién fue el general Mola, pero no Gregorio Ordóñez.

Notas del 20 de julio. Madrid está más caliente que un inglés en Benalmádena. Los chavales caminan por la acera con la variante delta plus, el altavoz bluetooth y el trap de los 106 euros por megavatio/hora. Van por ahí ajenos a la covid persistente y a una ley de Memoria Democrática que dice Félix Bolaños que les enseñarán en colegio y así es cómo los jóvenes sabrán quién fue el general Mola, pero no Gregorio Ordóñez.

Jesús Nieto Jurado ha escrito que hay carteles que anuncian playa por la zona de la Alcarria y que en los edificios señoriales del Barrio de Salamanca porteros gallegos que se llaman Celso -que igual ni son gallegos ni se llaman Celso-, ven a los patrones irse a la mar, que antes era el morir. Ahora el morir es el espacio; irse al cielo.

Jeff Bezos ha viajado al cosmos en un cohete con forma. Me pregunto si hay un momento en que uno sabe que llegado al espacio como cuando se dice a sí mismo: “Ya estoy yo en Cádiz”. Theodore Von Karmán eligió una línea a partir de la cuál uno salía de la atmósfera y la puso a cien kilómetros de la superficie de la Tierra. Así que a uno le dicen que está en el espacio, y se lo cree y entonces dice que está flotando. También se pregunta uno si hay nostalgia del espacio. A mí siempre me pareció que Pedro Luque seguía en la Luna.

Ir al espacio es subir al Everest sentado. El magnate Richard Branson también fue al espacio y volvió con cara de algo, pues a los ricos se les pone una cara muy rara y a mí Branson me recuerda a un lagarto que me encontré en una zarza de detrás de una gasolinera de la Ruta La Plata.

Si no has estado en órbita ya que no eres nadie. Dicen que en el futuro, se va a poner de sombrillas la línea Karmán como la primera línea de playa de Benidorm. Bien pensado, cuando todo el mundo se vaya al espacio se estará muy bien en la Tierra; como en Madrid en agosto. Los turistas del futuro madrugarán para poner la toalla en Marte y los planetas más lejanos parecerán El Buzo de El Puerto de Santa María, la única playa del mundo donde se te pone morena la axila derecha derecho de tanto ir por ahí diciendo “¿Qué tal? Me alegro en verte”.

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