Energía

¡Ojo!, el gas helará el invierno

El gas todavía puede subir otro 40% adicional para alcanzar los precios de 2010

Teresa Ribera, la vice ecológica del Gobierno, debería saberlo. Nadia Calviño sí es consciente y está preocupada. Pedro Sánchez, que sublima la táctica Indiana Jones –improviso sobre la marcha–, confía en uno de sus golpes de suerte. Abascal y los de Vox, al convocar protestas en contra de la subida de la luz, pueden servirle de coartada, pero el problema de fondo seguirá ahí. España se juega mucho en cómo afronte la que ya es una crisis energética. El precio del gas ha subido un 82,8% desde principios de año. Nada indica que vaya a bajar. Todo lo contrario, los expertos y los operadores del mercado, prevén alzas importantes para el invierno. El analista Juan Ignacio Crespo recuerda que el precio del gas está lejos de sus máximos históricos de 2005 y de 2010. De hecho al principio de la pandemia había caído un 58% con respecto a 2018 y todavía no ha recuperado ese límite. Más aún, todavía quedaría un 27% de subida para alcanzar los precios de 2014 y ¡un 40%! para llegar a los de 2010. Es decir, lo peor puede estar por llegar y todo indica que llegará en los próximos meses.

El próximo invierno puede ser complicado en toda Europa. El Financial Times apunta que las subidas adicionales del precio del gas obligarían a algunas empresas europeas a reducir la producción. Tampoco descarta problemas de suministro, que dependen sobre todo de la Rusia de Putin –siempre imprevisible– y ahora también de la incertidumbre que genera la ruptura de relaciones entre Argelia y Marruecos. Europa dispone ahora del gas que necesita para satisfacer la demanda diaria, pero no para almacenar el suficiente para garantizar el abastecimiento invernal. En España, pocos lo dirán, pero algunos añorarán el depósito clausurado de el Castor. La tormenta perfecta se completa con el alza del precio de las emisiones de CO2, puntal de la política ecológica europea, que han sido otro factor que agrava la subida del gas. Por eso hay quienes están dispuestos a volver a quemar carbón porque, ¡ojo!, el gas helará el invierno. Sánchez tiene un problema y no hay soluciones simplonas al gusto de Podemos y también de Vox.