Dividir a la derecha

La maquinaria monclovita ha puesto en marcha una operación encaminada a destrozar las opciones electorales del centroderecha en las próximas generales. Se trata de volver a disgregar el voto conservador en tres opciones, a la postre perdedoras, como ya ocurriera en los anteriores comicios cuando PP, Cs y Vox se repartieron al electorado de las pequeñas provincias. En tales circunscripciones, generalmente con tres escaños a distribuir, el partido que gana acaba sacándole una diferencia de 20 escaños al segundo, que con aplicación de la Ley D’Hondt se convierten casi automáticamente en 30. La división de la derecha en tres permitió al PSOE ganar en esos enclaves, garantizándose Sánchez una distancia de 30 escaños reales con el PP. Todas las encuestas serias, CIS al margen, dan ahora por hecho que el hundimiento de Cs podría permitir a los populares recuperar el primer puesto en esos territorios, de manera que Casado pasaría a tener la ventaja de 30 escaños que ahora pertenece a Sánchez.

Razón por la cual el laboratorio de Ferraz ha ideado la operación «España Vaciada», para promover que otra vez el soporte de la derecha sea disgregado en diferentes opciones perdedoras (PP+Vox+Cs+EV), de manera que el PSOE siga siendo el partido más votado y, por tanto, le saque en esas provincias un escaño de diferencia al segundo, que generalmente sería el PP. Siempre y cuando los nombres de tal plataforma electoral EV (Teruel Existe, Soria Sí, Ávila También, o como se llamen las distintas marcas provinciales ) no lleguen a tener tal éxito que incluso puedan descabalgar a PSOE y PP de los puestos primero y segundo. Ambos partidos perderían, pero la disgregación perjudica más a la derecha, pues son circunscripciones mayormente conservadoras, de manera que habrá votos que, yendo a Vox, Cs o EV, e incluso al PP, no sirvan de nada y vayan directamente a la basura.