PSOE

Top secret

Dice Pedro Sánchez que el suyo es un Gobierno con sentido de Estado, yo mas bien diría que es un Gobierno con mucho secreto de Estado. No hablo de la película «secretos de Estado» ni de altos secretos de Estado, hablo de que todo lo que resulta incómodo al Gobierno se declara ultra secreto. Top secret.

Bajo el amparo de la Ley de Secretos Oficiales, todo es un secreto, desde el rescate de la aerolínea Plus Ultra, al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, pasando por el uso del Falcon. Se han declarado secretas hasta las emisiones de CO2 que se producen en sus desplazamientos. Conocer la huella de carbono, herramienta importante para la lucha contra el cambio climático que quiere abanderar este Ejecutivo, cuando se trata de Sánchez, el dióxido de carbono y su huella pasan a ser materia especialmente sensible.

Si la huella de carbono es secreto de Estado, fíjate lo secretísimo que tienen que ser los contratos que se hicieron en plena pandemia y estado de alarma. Los de Ábalos e Illa. Tampoco se sabe nada del contrato del Gobierno balear que pagó al intermediario del PSOE por material chino, sólo ha trascendido que fue poco.

Pero frente a esta opacidad, Sánchez exige a la presidenta Ayuso transparencia. Se ha hablado tanto del contrato, sin indicios de irregularidad, de las mascarillas, que no solo sabemos los detalles del mismo, sabemos el nombre del hermano, el estado civil del hermano y de la propia Ayuso, el nombre de la madre, los negocios del padre fallecido, el número de hijos del hermano. Solo le falta aportar a la presidenta la talla de su ropa interior, si es más de lencería fina o cómoda, el día de ovulación y el de menstruación, detalles que a nadie importan, salvo que sea patriotismo democrático o le interesen a Irene Montero.