Política

Y Sánchez cogerá el fusil de Yolanda

«La guerra de Putin cambia todo y abre otras opciones, como que Yolanda Díaz sea la número 2 en las listas del PSOE»

John D. Rockefeller (1839-1937), el mítico creador de la Standard Oil, sostenía que «siempre he tratado de convertir cada desastre en una oportunidad». Pedro Sánchez, consciente o no, sigue con desparpajo y éxito –hasta ahora– el consejo de uno de los grandes iconos del capitalismo. «En medio de la dificultad reside la oportunidad», decía Einstein, quizá más del agrado de las ministras Belarra y Montero, que se han tenido que tragar su rechazo a enviar armas a Ucrania porque un ministerio bien vale un «donde dije digo, digo Diego», e incluso «una misa», si fuera necesario, como la leyenda afirma que dijo Enrique de Borbón para acceder al trono de Francia. El inquilino de la Moncloa, profesional de la resistencia, ha encontrado en la guerra de Putin una oportunidad que le abre horizontes inimaginables. Ahora ha corrido a Adazi (Letonia), en donde España tiene tropas desplegadas, y se ha autorregalado un posado internacional con los primeros ministros de Canadá –Trudeau– , Letonia –Krisjanis– y el secretario general de la OTAN –Stoltenberg–, mientras Yolanda Díaz asiente y Pablo Iglesias pilla un berrinche y le recuerda que le debe la vicepresidencia.

Sánchez rechaza la guerra, pero como no hay que perder las oportunidades, aprovechará el conflicto para justificar–y tendrá algo de razón– el desmadre de la inflación, el nuevo parón económico y el previsible repunte del paro. Además, vuelve a tener coartada para reclamar a Bruselas más manga ancha con el déficit y la deuda. El presidente temía los ajustes obligados para 2023, que ahora podrían retrasarse. Todo un balón de oxígeno ante la futura cita electoral en la que ya baraja jugar la baza de Yolanda Díaz, cada vez más por libre. Iván Redondo, antes de salir de la Moncloa, vislumbró un escenario en el que era necesario que Podemos o Díaz con un nuevo partido lograran medio centenar de escaños para que el PSOE, al frente otra vez de una nueva coalición, siga en el poder. El desplome anunciado de Podemos, agravado por su posición ante la guerra de Putin, abre otras vías y entre ellas destaca la opción–comentado sin tapujos en los cenáculos políticos madrileños– de que Sánchez ofrezca a Yolanda Díaz el número dos, como independiente, de las listas del PSOE. Una forma a lo Rockefeller de convertir los desastres en oportunidades. Y entonces Sánchez cogerá el fusil de Yolanda.