Política

Murphy, desde Ucrania a Castilla y León con inflación

La batalla contra la inflación será larga, dolorosa y costosa

Edward A.Murphy, un ingeniero que trabajaba para la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, figura como el padre de la ley que lleva su nombre y cuyo enunciado es «si algo puede ocurrir, ocurrirá». Es más popular la versión de que «si algo puede salir mal, saldrá mal», pero Murphy nunca dijo eso, sino que fue Larry Niven, un escritor de ciencia ficción. La guerra de Putin en Ucrania, el nuevo Gobierno del PP y Vox en Castilla la Mancha y el desmadre inflacionario son sólo los últimos ejemplos de la validez de la ley de Murphy, pero hay muchos otros. Pedro Sánchez, al margen de que se escandalice en público, celebra por todo lo alto en la Moncloa el pacto de Mañueco con Abascal y Vox. Necesitaba munición para enfangar la llegada de Núñez Feijóo –al que teme mucho más que a Casado– al liderazgo del PP y ya lo ha encontrado, aunque solo el tiempo dirá si es suficiente. «Si algo puede ocurrir, ocurrirá». En vísperas de la llegada de Sánchez a la Moncloa, la hipótesis de Unidas Podemos era también solo una opción, pero Murphy tuvo razón, «podía ocurrir y ocurrió», algo que no santifica los pactos con los extremos –izquierdo o derecho–, ni tampoco garantiza el éxito de unos gobiernos alumbrados con fórceps. Ahí están los costes y los problemas con los que debe torear el líder del PSOE y los que acosarán a Mañueco en Castilla y León. Y si es tan tremenda –que lo es– la presencia de Vox en un Gobierno autonómico, el PSOE podría haberlo evitado con una abstención, pero quizá prefiere acumular munición para la batalla electoral de 2023, un año que cada vez se presagia más difícil. La inflación en febrero –antes de la guerra de Putin– alcanzó el 7,6%, según la corrección al alza que hizo ayer el Instituto Nacional de Estadística la más alta en 35 años. El problema es que ha llegado para quedarse un tiempo y, además de alcanzar el 10% más pronto que tarde, dejará secuelas para el próximo año y quizá más. La batalla contra la inflación será larga, dolorosa y costosa. El Banco Central Europeo ya ha dado un primer y tímido paso para cerrar el grifo monetario, el anticipo de futuras subidas de tipos de interés, «que pueden ocurrir y ocurrirán». Francis Fukuyama, el americano con rostro oriental, anunció tras la caída del muro de Berlín «el fin de la historia» y el advenimiento de una era de prosperidad liberal, escribe ahora que la «guerra de Putin» marca un retroceso de la «Europa entera y libre» o «el fin del fin de la historia». En Rusia, Ucrania, Castilla y León y España, «si algo puede ocurrir, ocurrirá» y puede ser bueno o malo. Siempre Murphy.