Pedro Sánchez
Sánchez, «cuando los hechos cambian»
«Quizá lo que más convenga es un presidente no doctrinario que cambia de opinión con rapidez», dice un ministro
Pedro Sánchez se reinventa a sí mismo, con idéntica facilidad con la que cambia de opinión. La guerra de Putin ha logrado que el inquilino de la Moncloa sublime esa habilidad. En pocas horas pasó de estar más que de perfil en el envío de armas a Ucrania, a defender casi con entusiasmo su entrega al Gobierno de Zelensky. Luego descartó aumentar el presupuesto español de Defensa para después explicar en La Sexta, ante Ferreras, la conveniencia de gastar más en ese capítulo. Ahora, tras recorrer Europa para entrevistarse con media docena de primeros ministros, el presidente decidirá qué medidas adopta para acallar el clamor popular contra las subidas de precios de la energía, sobre todo de la luz –por culpa del gas–y de los carburantes. La leyenda de Keynes le atribuye la frase de que «cuando los hechos cambian, yo cambio de opinión». Los forofos de Sánchez se agarran a cita del economista británico para justificar los vaivenes presidenciales y hasta un ministro dice que, en estos tiempos, «quizá lo que más convenga es un presidente no doctrinario y que pueda cambiar de opinión con rapidez».
Sánchez, que gobierna con un ojo puesto en la Unión Europea de la que tantos fondos dependen, tiene que apagar el incendio de las subidas de precios de la energía, pero sin que se le descuadren más las cuentas públicas y que en Bruselas no se mosqueen. Además, quiere mantener su apuesta por las energías verdes. Un sudoku tan enrevesado como la financiación autonómica. El inquilino de la Moncloa gana tiempo y anuncia medidas para el 29 de marzo, después de la Cumbre Europea y las adoptará, según soplen los vientos. Lo más sencillo y práctico es bajar los impuestos que gravan el gas, la luz y los combustibles. Podrían abaratarse hasta un 30%, pero supondría que el fisco recaudara menos, algo que tampoco gusta al Gobierno porque aumentaría el déficit y llegaría el rapapolvo de Bruselas. El presidente busca apoyos en Europa para cambiar el método de fijación de precios eléctricos y que el gas no cuente, lo que, de rebote, daría un rejonazo a las renovables que tanto pondera. Además, sueña con el apoyo de la oposición y mientras llegan las medidas, el fisco hace más caja. Con lo fácil que sería bajar impuestos ya. Sánchez en estado puro, «cuando los hechos cambian».
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