Urgenciólogos unidos

En España se atienden más de 30 millones de urgencias y emergencias anualmente, sin embargo, no existe la especialidad de urgenciólogo. La Sociedad española de medicina de urgencias y emergencias (SEMES) lleva tiempo señalando la necesidad de contar con una especialidad de medicina de urgencias como garantía de un servicio que fue clave en la pandemia pero lo es también ante desgracias, accidentes o desastres naturales que lamentablemente ocurren. España y Portugal son los únicos países en los que esto aún no es una realidad.

El urgenciólogo, término de reciente reconocimiento, requiere un carácter especial, no entra en pánico y toma decisiones en tiempo récord, es un médico especialista en Urgencias Médico-quirúrgicas, competente para tratar integralmente al paciente con patología aguda (que ha sufrido un accidente o enfermedad repentina) desde la valoración inicial hasta el alta o la designación del paciente a otra instancia. En el ámbito militar sí existe esta especialidad.

Con motivo del Día Mundial de las Urgencias y Emergencias, el pasado 27 de mayo, SEMES inició la campaña nacional: «Nosotros cuidamos de ti, por favor cuídanos», con el objetivo de concienciar de la importancia de reivindicar la creación de la Especialidad de Medicina y Enfermería de Urgencias en España. Bajo los hashtags #OrgullodeUrgenciólogo y #EspecialidadUrgenciasYA en su XXXII Congreso, en Vigo, Semes sigue recabando apoyos y expone la situación anómala que estos profesionales sufren en España a la vez que forma a estos indispensables profesionales. Reclaman «responsabilidad y compromiso al Gobierno de Sánchez para mejorar el Sistema Nacional Sanitario aprobando la especialidad de medicina de Urgencias y Emergencias» como apunta el presidente de SEMES el Dr. Vázquez Lima, quien defiende «una igualdad tangible y sin fisuras. Debemos trabajar hombres y mujeres por alcanzar la igualdad real en el seno de los servicios de urgencias y emergencias en España». Pues nos sumamos a vuestro justo requerimiento, sobre todo quienes como una servidora, literalmente, ¡os debemos la vida!