Luis María Anson

Canela fina | Plácido Domingo

«Ainhoa Arteta: “Sigo considerando a Plácido Domingo un caballero de los pies a la cabeza”»

Hace 40 años, Plácido Domingo era ya un personaje universal. Joven y atractivo, las mujeres se lo rifaban. En mi despacho del ABC verdadero se multiplicaban las visitas de sopranos y mezzos, cuya máxima aspiración era conocer a Plácido. Casi todas estaban prendadas de él y no solo musicalmente. Nada más abominable que el acoso a la mujer, la violación y la violencia de género. En el caso de Plácido Domingo pienso que el acosado ha sido él. La campaña de desprestigio fue impostada por quienes deseaban desmontarle de la Ópera de Los Ángeles y también por la Iglesia de la Cienciología, vinculada a Agma, filial del sindicato de actores y alfil de la cacería a la que ha sido sometido el tenor. Por cierto, un jurado de la BBC, formado por los 16 críticos más prestigiosos del mundo, lo proclamó el mejor de la historia por encima de Caruso, Pavarotti, Gigli, Schipa, Kraus… Pavarotti había dicho: «Si me invita usted a cenar y pone una grabación mía, le dejaré plantado. Si quiere que me quede, hágame oír la voz de Plácido».

He escrito varias veces que Domingo es el primer nombre de la entera historia de la música española por encima de Falla, Vitoria, Soler, Albéniz, Turina, Victoria de los Ángeles, Casals, Segovia, Rodrigo, Chapí, Halffter, Caballé, Kraus… En 1991, tras cantar el Otello en la Ópera de Viena, el aplauso se encendió ¡durante 80 minutos y el tenor salió al escenario 101 veces ante el público más entendido del mundo! Hace unos días, mujeres y hombres puestos en pie le aplaudieron a rabiar en el Teatro Real de Madrid.

Goligorsky ha escrito: «A quien habrá que pedir perdón por los agravios que le infieren los difamadores profesionales de ambos sexos es a Plácido Domingo». Las denuncias contra él, casi todas anónimas, se remontan a los años 80 del siglo pasado. Y Gonzalo Alonso, el más ponderado de nuestros críticos, el gran sabio de la música, le ha defendido sin fisuras.

Premio Príncipe de Asturias de las Artes, director honoris causa por la Universidad de Oxford, director de la Ópera Nacional de Washington, me sumo a la reciente declaración de Ainhoa Arteta, la soprano por todos admirada: «Sigo considerando a Plácido Domingo un caballero de los pies a la cabeza».|Luis María Anson, de la Real Academia Española.