Opinión

La Asunción de María a los Cielos

Hoy es una de esas fiestas que en plenas vacaciones veraniegas se celebra con particular gozo en gran número de localidades de España y de todo el mundo católico. La solemnidad de la Asunción gloriosa de la Virgen María a los Cielos es el cuarto y hasta ahora último Dogma mariano, siendo los tres precedentes y por orden cronológico de proclamación como tales, el de la Maternidad Divina de María –la Theotokos– definido en el Concilio de Éfeso en 431; el de su Virginidad perpetua –antes, durante y después del nacimiento de Jesús– en el Concilio de Letrán de 649, y el tercero el 8 de diciembre de 1854, de la Inmaculada Concepción. El Dogma de La Asunción que hoy celebramos, fue definido por el Papa Pío XII el 1 de noviembre de 1950, y es oportuno recordar que ha quedado testimonio escrito de la visión que tuvo Pío XII la víspera de proclamarlo así como los dos días posteriores, mientras paseaba rezando el rosario por los jardines vaticanos. Fue la conocida como «danza del sol» correspondiente al milagro que se produjo en Fátima el 13 de octubre de 1917, a la vista de una multitud de decenas de miles de personas congregadas en torno a la Cova da Iria, ya que el milagro les había sido anunciado previamente por la «Mujer más radiante que el Sol» a los tres pastorinhos, para que la gente creyera en las apariciones que habían tenido con Ella desde el 13 de mayo. Recordando a san Juan Pablo II que sufrió el atentado coincidiendo con esa fecha de 1981 que le impulsó a efectuar la consagración pedida en Fátima porque «en los designios de la Providencia no hay meras coincidencias», se da una muy singular en ese suceso de la visión de Pío XII con otra también muy personal del Pontífice. Precisamente el futuro Pío XII, fue ordenado Obispo la misma mañana de ese 13 de mayo de 1917 que comenzaban los hechos de Fátima, y sería el primero en dar una respuesta al pedido mariano. Lo hizo en plena Guerra Mundial en 1942, a los 25 años de esos sucesos, y sirvieron para «acortar la guerra»: Tal parece que el Cielo quiso expresar su alegría y gratitud por la definición del dogma de la Asunción con esa manifestación celestial al primer Papa de Fátima. La celebración de la popular fiesta de la advocación mariana y marinera del Carmen el 16 de julio y la de hoy un mes después, ha llevado a que por generaciones se denominara a ese periodo vacacional como el «de Virgen a Virgen».