Ursula von der Leyen

La emergencia según la UE

«El poner de acuerdo a los veintisiete es el talón de Aquiles de la Unión Europea»

Hay informaciones que suenan a cachondeo o por lo menos me lo parece. Este lunes conocíamos la noticia de que la UE anunciaba una «intervención de emergencia» en el mercado eléctrico. Por supuesto, me llevé una gran alegría. El aparato político y burocrático se ponía en marcha. El problema es que el concepto «urgencia» queda muy alejado de su mentalidad. En un primer momento pensé que harían una reunión este mismo martes, pero fue una falsa alarma. Han decidido que sea el 9 de septiembre. Es decir, doce días después del anuncio y me temo que estemos ante un heroico gesto de celeridad para la obtusa mentalidad funcionarial de los ministros del ramo y la elite de la euroburocracia comunitaria. Las cosas hay que tomárselas con calma, con mucha calma porque a ellos, realmente, no les afecta. Tienen el sueldo asegurado durante muchos años, una pensión fabulosa e incluso algunos viven en casas oficiales que pagamos entre todos. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lidera este proceso destinado a emprender la reforma estructural de un sistema que fue diseñado para otras circunstancias.

Espero con enorme interés cómo resolverán el problema, porque no tengo claro que tengan mucha idea sobre la materia más allá de los tópicos y las ideas preconcebidas. La realidad es que el lío es enorme. Las ocurrencias que vivimos en España, son atacar a las empresas del sector como cortina de humo para esconder la ineficacia gubernamental. La economía europea cada vez es menos competitiva y la energía es una de las claves. He depositado mi confianza en que nadie haga caso a Teresa Ribera, que está más preocupada de conseguir un chollo en la ONU que de la gestión de su vicepresidencia. El poner de acuerdo a los veintisiete es el talón de Aquiles de la Unión Europea. La dispersión política, las desigualdades económicas y sus diferentes intereses son un escollo muy importante para que la Europa comunitaria sea realmente una potencia mundial. No lo somos porque estamos desunidos y no existe una única interlocución. Von der Leyen y Michel están a las órdenes de las grandes naciones y sus aliados. No son más que marionetas al servicio de París y Berlín. Es algo que no nos tiene que sorprender, porque quien paga, manda.