Sociedad

Yo, Leonor

Musculosa, anteriormente Altibajos, se fue a Nueva York y le dijo al embajador de España que daba la mano como si tuviera una sepia al final del brazo

Voy a decirles una cosa a los machitos con flequillo del colegio al que va mi hermana So. A mi hermanica no la toquen porque se me pone la vena como una bajante. Mi Sofi (que no se si lo saben, es mucho mejor al fútbol que toda esa caterva de idiotas que van a jugar con ella) resulta que está sufriendo un poquito de rechazo por jugar al fútbol. Resulta que me la están criticando sus iguales porque consideran que ese deporte es cosa de hombres. A ver si cae ya un meteorito y nos ahorramos a esos rancios. Oigan, que yo estoy rodeada de galeses, que ya no me controlo. Que voy al colegio, y empiezo a rotabrazo, y me quedo como Bud Spencer. Que no me toquen las palmas que estoy embrutecida. Que como bacon en el desayuno y alubias bañadas en una salsa radioactiva. Que mi Sofi (que para desgracia de nuestrohijoFelipe nos ha salido del otro equipo grande de la capital) puede perfectamente convertirse en Vinícius, hace teatrillos en los contactos, retorcerse por el suelo haciendo el ridículo, quedarse con el Premio Max de teatro este año y hundir a esos mierdas. Que yo ya soy galesa, que voy y les doy mascás hasta quedarme sola. Que es que, además, se les olvida que Musculosa da la mano como un hombre. Musculosa, anteriormente Altibajos, se fue a Nueva York y le dijo al embajador de España que daba la mano como si tuviera una sepia al final del brazo, que apretase un poquito, que le estaba dando como asquito. ¿Se puede ser más ideal que mi progenitor B? ¿Se puede tener el cuajo más gordo y más poderoso? Empoderadas las quería el mundo y ha salido la medalla de oro. Y vive en mi casa. Bueno, en el pestiño ese de palacio en el que vivimos.

Eso sí, la que mejor lo pasa es la primica. Victoria Frigorífica. Eso sí que es disfrutar. Se ha ido a París como recién salida de recoger la fresa y por lo visto eso es moda. Que ha salido de un evento con los pies como pidiendo un andador. Ya se lo he dicho a Musculosa: prepárate, que vuelvo de mamarracha como la primica. Y ya me ha castigado a distancia.