Presupuestos Generales del Estado

Podemos, ¡ar!

Belarra, que siente repelús ante a los uniformes, como una remilgada que viese una rata muerta, traga a la vez que critica que se envía armamento a Ucrania

Me gusta tanto consumir, dentro de lo que me permite formar parte de la clase media y trabajadora, que fue entrar en un «outlet» de Prada en la Toscana y dispararse la tensión hasta límites épicos. Los cientos de chinos que corrían con dos o tres bolsos en cada mano volvían la cabeza para cerciorarse de que andaba como un zombi. Gastar no tiene por qué ser malo siempre que te ampare la Visa, lo malo es cuando llega el momento de pagar y no hay un euro en la cuenta. Eso ya es una enfermedad.

Andaba haciéndome esta reflexión mientras intentaba entender los secretos de la información cuántica cuyos padrinos se han llevado el premio Nobel de Física. Al final me uní en comunión con Einstein, ese hombre, mientras seguía sin comprender lo que decía María Jesús Montero, esa mujer, en la televisión de la monarquía absoluta. Parecía contenta, con la alegría de la que acaba de salir de la feria y ha invitado a toda la caseta. Pero ¿cuándo pagará tantas patas de jamón? Que la clase media y trabajadora también come mortadela, que ya estamos acostumbrados. Pero no, el Gobierno se fue a hacer la compra y llenó el carrito tanto que hicieron faltas varias ministras para llevarlo ante la cajera en «prime time».

Más aún que lo anterior, y también en comparación con la dificultad para explicar la teoría cuántica, fue sesudo conocer que el gasto en Defensa sube un 25%, que era lo que pedía la OTAN, y que Podemos, con toda la sonrisa de Yolanda Díaz haciéndose la rubia, se lo ha zampado. No, ninguno ha dimitido, o piensa en votar en conciencia, pues todo lo militar le es ajeno. Belarra, que siente repelús ante a los uniformes, como una remilgada que viese una rata muerta, traga a la vez que critica que se envía armamento a Ucrania.

Bueno, un día no muy lejano, hasta el que hoy es el propio presidente del Gobierno se planteó, en serio, eliminar el ministerio de Defensa, aunque fue en un sueño cuántico que todavía no se explica el hombre.